jueves, 15 de diciembre de 2011

EL SIGNO DE LOS CUATRO

Tras la publicación de Manuscrito Escarlata, el periódico estadounidense Lippincot Magazine, decidió hablar con Arthur Conan Doyle para que escribiera una novela corta de corte similar y con los mismos protagonistas. Así nació El signo de los cuatro, donde Conan Doyle comienza a dibujar algunos de los rasgos que caracterizarán a Sherlock Holmes en adelante: Cierta prepotencia; indiferencia, cuando no misoginia hacia el sexo opuesto (Lo emotivo es opuesto al razonar frío y sereno que yo coloco por encima de todas las cosas); sus vastos conocimientos en algunas materias o su gran maestría para disfrazarse.
Tras asistir a la resolución del caso por medio de las inteligentes observaciones de Holmes, el misterio finalizará con una espectacular persecución en lancha de vapor por el Támesis y el posterior relato del culpable de sus andanzas por la India del periodo colonial.
Como curiosidad, asistimos a una historia de amor entre Watson y la señorita Mary Morstan que es la persona que solicita la intervención de ambos en el caso.


4 comentarios:

  1. Hola Trece: hombre, la personalidad de Holmes es para revisar a fondo ,¿neurótico obsesivo? ,podría ser, además de esa adicción a la cocaína, era ,por ejemplo, melómano pero tan sólo con su música, la que tocaba con su violín, pero incapaz de crear.Tiene,como sabrás más aspectos sombríos,esa misoginía se podría ver reflejada en la contestación que le da a Watson cuando queda prendado por la Srta.Morstan .Lo que pasa que Conan Doyle fabrica o crea,para mi, un personaje completo y con mucha coherencia con esa neurosis.Este relato es rápido y fácil de leer.Creo que aquí era donde se describe su adicción a la coca y al tabaco con su famosa pipa de raíz de eglantina.Drogas que aparecen cuando su mente no tiene casos que resolver...se aburre..típico.
    Saludos Trece.

    ResponderEliminar
  2. Cocaina diluída al 7%.
    En esta novela se perfilan casi todos los cánones que conforman al Holmes que todos conocemos.

    ResponderEliminar
  3. Ésta no la he leído, me quedé en las más conocidas como aquella de los perros de Baskerville que mencionaste hace poco, y la verdad, nunca me ha dado por releerlas, cosa que sí he hecho con las de Poirot y Miss Marple.

    Saludos

    ResponderEliminar