martes, 3 de octubre de 2023

EL JUEGO DE HOLLYWOOD

 


Griffin Mill (Tim Robbins), un productor de Hollywood, recibe tarjetas postales amenazadoras que él imagina le envía un guionista cuyo proyecto rechazó. Intentan llegar a un acuerdo, pero tras una terrible discusión, Griffin lo mata. El propio estudio para el que trabaja hará todo lo posible para que el productor eluda su responsabilidad.


El guion es obra del realizador y guionista Michael Tolkin que adapta su propia novela "The player". Por este trabajo, bajo la dirección de Robert Altman, Tolkin estuvo nominado a los premios de la Academia de Hollywood en el apartado de mejor guion adaptado. 
En la película aparecen tantos nombres famosos haciendo eso que se llama un cameo, a veces sin decir nada y otras con un par de líneas de guion, que supongo debe ostentar algún récord en cuanto a film con más premiados o nominados a grandes galardones del género que intervienen en el mismo. Como ocurre con este tipo de films, supone un cierto entretenimiento para el aficionado ir reconociendo rostros y nombres de los famosos que aparecen.


¿Arte o industria?, el eterno debate entorno al cine. Y si deben conciliarse ambas cosas, ¿dónde está la línea?, ¿quién la marca? Las grandes majors y ahora también las plataformas audiovisuales (en ocasiones claramente vinculadas), dominan la industria y ellas deciden quien sí y quien no seguirá adelante con su proyecto. Pero las compañías, los grandes estudios, no son sino entes, entonces quién tiene la última palabra. Pues los ejecutivos de esas empresas. 
Robert Altman aprovecha la novela y el guion de Tolkin para trazar un retrato de este mundo intrincado alrededor del cual navegan los sueños de tantas personas a la espera de que ese productor que tiene en su poder la llave que abre la puerta, decida darte una oportunidad o contestar con el consabido "te llamaré". Altman se adorna con un humor de lo más negro para revelar una parte de los entresijos de este mundo que tantas veces puede ser despiadado, la misma muerte del guionista en ciernes, no es sino toda una parábola de la realidad, pues si no es un miembro de la industria quien acaba con su vida, como en el film, sí que puede arruinarla definitivamente o contribuír a que abandone su carrera incluso antes de haberla comenzado.


4 comentarios:

  1. Un film memorable por su plano-secuencia inicial y por propiciar el retorno de Altman al cine de cierto nivel después de una década perdida.

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    1. Un plano-secuencia magnífico de ocho minutos estupendamente planificado.

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  2. Por ahí andaba Peter Falk, el actor de "Colombo".

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    1. Con Susan Sarandon, ambos sin diálogo, prácticamente solo aparecen en ese fotograma.

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