viernes, 13 de octubre de 2023

CAMELOT

 


El caballero francés Lancelot du Lac (Franco Nero) llega a la corte del rey Arturo (Richard Harris) para integrarse en la Orden de la Mesa redonda, recién creada por el monarca inglés. Lancelot se enamora de la reina Ginebra (Vanessa Redgrave) y su amor es correspondido. Aunque Arturo no presta oídos a las insinuaciones que le hacen sus más allegados, al final no tiene más remedio que reconocer los hechos y obrar en consecuencia.


Adaptación cinematográfica del musical homónimo de Alan Jay Lerner  y Frederick Loewe (ambos participan en el film, el primero como guionista y el segundo como autor de la música junto a Alfred Newman) estrenado en Broadway en 1960 (con Julie Andrews y Richard Burton en los papeles protagonistas) y basado, a su vez, en la obra de T. H. White The Once and Future King, una colección de cinco novelas sobre el Rey Arturo, las primeras cuatro en un solo tomo y la quinta (El libro de Merlín), que se publicó tras el fallecimiento del autor.
En la película aparecen los castillos donde viven Lancelot y Arturo, en ambos casos representados por construcciones reales situadas en la provincia de Segovia: En el que habita Lancelot, es el Alcázar de la capital y el castillo de Camelot, es el castillo de Coca.


A pesar de ser básicamente un musical, la película trata de reflejar ese mundo de utopía, magia, amor y fidelidades traicionadas centrándose en ese triángulo que forman Arturo, Ginebra y Lancelot. La historia se desenvuelve en fastuosos escenarios interiores, en ocasiones abigarrados y unos exteriores bucólicos, con un imponente despliegue de elegante vestuario en el caso de la reina. Contiene escenas de cierta brillantez, aunque es cierto que tanto las canciones como la música en general, no son de las más recordadas en la historia de los grandes musicales de Hollywood y además, su duración, casi tres horas, tampoco contribuye a que sea una de esas películas que dejan huella.




6 comentarios:

  1. No la he visto, y eso que siempre ha despertado mi curiosidad.

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  2. Supongo que tanta grandilocuencia se aviene poco con la frescura propia de los musicales.

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  3. Hola Trecce!
    Tengo que volver a verla, la tengo algo olvidada. Estoy tomando nota de algunos títulos de tus ultimas entradas, ha sido mucho tiempo ausente...
    Saludos!

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