jueves, 26 de octubre de 2023

EL BAZAR DE LAS SORPRESAS

 


Alfred Kralik (James Stewart) es el tímido jefe de vendedores de Matuschek y Compañía, una tienda de Budapest. Todas las mañanas, los empleados esperan juntos la llegada de su jefe, Hugo Matuschek (Frank Morgan). A pesar de su timidez, Alfred responde al anuncio de un periódico y mantiene un romance por carta. Su jefe decide contratar a una tal Klara Novak (Margaret Sullavan) en contra de la opinión de Alfred. En el trabajo, Alfred discute constantemente con ella, sin sospechar que es su corresponsal secreta.


El guion de Samson Raphaelson, adapta la obra teatral del húngaro nacionalizado estadounidense Miklós László, Illatszertár (conocida en inglés como Parfumerie), que había sido estrenada en Budapest en 1937. De la misma se han hecho varias adaptaciones teatrales y, al menos, dos remakes de la película de Ernst Lubitsch, la primera de 1949, una especie de musical protagonizado por Judy Garland titulada In the Good Old Summertime (En aquel viejo verano), dirigida por Robert Z. Leonard y Buster Keaton. La más reciente, de 1998, "Tienes un e-mail" (You've Got Mail), dirigida por Nora Ephron y protagonizada por Tom Hanks y Meg Ryan.


El apacible microcosmos en que viven los empleados de la tienda del acaudalado Sr. Matuschek, se ve alterado cuando empieza a trabajar con ellos Klara, una joven segura de sí misma que cuestiona las decisiones y el trabajo de Kralik, de manera que la relación entre ambos se convierte en una verdadera guerra de sexos. Si a ello le añadimos el jaleo de las cartas que se entrecruzan; que Alfred descubre la identidad de Klara pero no le revela la suya y traza un plan para hacerlo cuando se siente atraído por ella; una infidelidad que provoca un malentendido por parte de Matuschek con Kralik que le lleva a juzgarlo equivocadamente y a despedirlo, tenemos montado un cóctel de enredos en esta comedia romántica que Lubitsch desarrolla con su habitual destreza.




6 comentarios:

  1. Una comedia excelente y una prueba del enorme talento de Lubitsch para la puesta en escena.

    ResponderEliminar
  2. Hola Trecce!
    De esas que vuelves a ver y te siguen fascinando. Una delicia.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  3. Si Billy Wilder lo tenía como referente, debe ser que Lubitsch era un genio...

    ResponderEliminar