lunes, 12 de marzo de 2018

ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

Alicia Kingsleigh (Mia Wasikowska) no sabe cómo encontrar el equilibrio entre sus sueños y las expectativas de los demás. Tras la muerte de su querido padre, asiste a una fiesta con su madre y su hermana. Pero ella no sabe que se trata de su fiesta de compromiso. Justo cuando el arrogante y aburrido Hamish Ascot (Leo Bill) le pide en matrimonio, Alicia ve un Conejo Blanco que lleva un chaleco y un reloj de cadena correteando por el suelo. Se abalanza sobre el animalito peludo y se cae por una madriguera de conejo que lleva al Submundo, un lugar que ya visitó cuando era pequeña (y llamado País de las Maravillas), aunque no recuerda nada ni del país ni de sus habitantes. Pero Alicia se reúne con sus amigos de la infancia, entre los que están la Oruga, el Gato de Cheshire, el Señor Morsa, el Carpintero y, por supuesto, el Sombrerero Loco (Johnny Depp), que ha esperado ansiosamente el regreso de Alicia y es el único amigo de verdad, el que cree en ella cuando nadie lo hace. No tiene miedo a nada y recorre enormes distancias para protegerla corriendo todo tipo de peligros. El Sombrerero se sentía orgulloso de confeccionar los sombreros de la Reina Blanca (Anne Hathaway), pero está envenenado con mercurio, un efecto secundario de la fabricación de sombreros y no está nada bien. Alicia parte en busca de su verdadero destino. Al principio, se siente muy rara y no está a gusto consigo misma, así que su aventura en el Submundo le va a permitir conocerse a sí misma y averiguar que tiene la fuerza necesaria para decidir lo que quiere de verdad en la vida.


Guión basado en el clásico de la literatura infantil del mismo título escrito por el británico Charles Lutwidge Dodgson, bajo el seudónimo de Lewis Carroll y publicado por primera vez 1865.


Muy conseguida la dirección artística, con una ambientación propia de las películas Burton que se mueve entre lo gótico y lo surrealista y una banda sonora que no está nada mal, sin embargo yo creo que, en su búsqueda de algo diferente para adaptar este clásico entre los clásicos, el guión naufraga.


Lo que en realidad vemos en este nuevo traslado de Alicia a la gran pantalla es una especie de aventura épica, en la que el ingenio y el sentido del humor del original, se transforma en un enfrentamiento entre buenos y malos y en la que los personajes secundarios, salvo El Sombrerero Loco y las dos reinas, pierden prácticamente todo el protagonismo.
Adaptación sui géneris, que nada aporta y que, por momentos, puede resultar incluso aburrida.




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