viernes, 24 de marzo de 2017

EL JUGUETE RABIOSO

La película narra cuatro historias que se corresponden a cuatro momentos en la vida de Silvio Astier (Pablo Cedrón).
Comienza con el trabajo que el protagonista consigue en una librería, regentada por Don Gaetano (Osvaldo Terranova) y Doña María (Cipe Linkovsky), un matrimonio de origen italiano que vive en continua desavenencia. En la librería, Silvio asiste a escenas de terrible mezquindad y sufrirá una humillación tras otra. Al final intenta quemar la librería, pero sus planes fracasan y abandona el trabajo.
Gracias a un anuncio que su madre ve en el periódico, intenta ingresar en la Escuela de Aviación para aprender el oficio de mecánico de aviones. Es aceptado en principio, incluso se muestran sorprendidos por su brillantez, pero repentinamente le dan de baja, según le dice el capitán Bossi (Juan Carlos Gianuzzi), porque el Ejército "no necesita personas inteligentes, sino burros para el trabajo"
Mientras estas cosas suceden, Silvio recuerda su infancia, cuando junto a otros niños, forma el "Club de los Caballeros de la Media Noche", influído por la lectura de novelas folletinescas que le compraba su madre.
En la última parte del film, El Rengo (Julio de Gracia), un conocido suyo del barrio, casi un padre para él, como reconoce el mismo Silvio, le propone asociarse para perpetrar un robo en un domicilio particular, pero Silvio acaba delatando a su cómplice que es detenido por la policía.


Basada en la novela del mismo título del escritor argentino Roberto Arlt, de carácter marcadamente autobiográfico, publicada en 1926 y escrita en la sierra de Córdoba, cuando el escritor acompañaba a su mujer, Carmen, con la que viajó hasta allí en busca de sanar una complicada tuberculosis que ella padecía.
Arlt fue duramente criticado en su tiempo, pero ahora es considerado como el iniciador de la novela argentina moderna. Y es que imagino que, en el momento, no era fácil de entender el estilo del escritor argentino, incluso ahora no lo es para cualquiera.
Esa parte autobiográfica queda plasmada a lo largo de todo el film, en especial en el flashback en que recuerda su infancia, sometida a un padre directamente sádico, que le sentenciaba la noche antes: "mañana te voy a castigar", con lo que el niño pasaba la noche en vela, aterrorizado por lo que le esperaba y cuando llegaba el amanece, el padre le sacaba de la cama infligiéndole verdaderas torturas.


El film nos habla de una persona que trata de escapar de la miseria y humillación a que se ve sometido por su procedencia social, una familia con escasos medios económicos, pero cuya madre ha procurado darle una educación a través de la lectura que supla la carencia de estudios secundarios que no pueden pagar.
Sin embargo, Silvio choca una vez y otra con los prejuicios de un entramado hostil que le conducen a un callejón sin salida y le impelen a permanecer en el barrio cuyo ambiente odia. La película recrea este mundo de valores injustos, incluso absurdos, dictados en ocasiones por los gremios estamentales, como en el caso del Ejército, que le expulsa por demasiado inteligente y del que la película refleja esa penosa y trágica situación que se vive en su interior, con mandos intermedios muchas veces más brutos e incultos que aquellos a quienes tienen bajo sus órdenes. Es ilustrativa la escena en la que les mandan a las duchas y el suboficial de turno, primero alterna las órdenes de "vestirse...desvestirse...vestirse...desvestirse..." y cuando se cansa, con todos los aspirantes en pelotas, empieza a decir: "de frente, march...media vuelta, march...media vuelta, march...media vuelta, march...", hasta componer una situación totalmente chusca y humillante.
Hay otras secuencias, que han hecho que esta película tenga cierta repercusión en el mundo gay, las que vive el protagonista cuando se hospeda en una pensión de baja categoría y aparece en su cuarto Tristán (Nicolás Frei), un joven homosexual que paga por los encuentros con otros hombres, al que rechaza Silvio. En Tristán vemos toda la amargura con la que estas personas han de vivir su condición sexual en un mundo en el que están proscritos.
Al final Silvio acaba tirando la toalla y delata al Rengo, el hombre más noble que ha conocido, en sus propias palabras, como una manera de autocastigarse, porque sabe que ese pecado le va a convertir en un despojo a la vista de quienes le rodean en un mundo, el del barrio que, por otra parte, desprecia.
La película se desarrolla en ambientes oscuros y sucios, que se contraponen a la luminosidad del parque en el que Silvio vive sus pocos momentos alegres o a la impoluta blancura de los barrios ricos, como aquel en el que vive el hombre al que van a robar.
Una película muy interesante, con un punto de ironía y con mucho de desgarro, como la vida misma, esa vida diaria por la que lucha Silvio, hasta verse ganado por el pesimismo. Como dice Arlt en su novela "A mis oídos llegan voces distantes, resplandores pirotécnicos, pero yo estoy aquí, solo, agarrado por mi tierra de miseria como con nueve pernos".




2 comentarios:

  1. Me has despertado el interés por el libro. Tiene que ser verdaderamente difícil no conseguir quemar una librería.

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    1. Y más inexplicable aún si vieras el tipo antro en que está instalada la librería, con todo manga por hombro.
      Pero las escenas del fracaso del intento de incendio, forman parte del sutil humorismo de que está impregnada la peli, porque es realmente chusco lo que ocurre.

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