miércoles, 29 de abril de 2015

EL FILO DE LA NAVAJA

Larry Darrell (Tyrone Power), ha servido como piloto en el ejército norteamericano durante la I Guerra Mundial. Según relata él mismo, el último día de la guerra, uno de sus compañeros, pudiendo haberse salvado, entregó su vida para salvar la de Larry. Este hecho marca profundamente a Darrell, que se enfrenta a una crisis existencial a su regreso del frente.
Larry está prometido a Isabel Bradley (Gene Tierney), pero la familia de ella, especialmente el tío Elliot (Clifton Webb), un millonario snob que vive en Europa, no acaban de ver con buenos ojos la futura unión, pues Larry no sabe muy bien qué hacer con su vida, rechaza los trabajos que le ofrecen y dice que no quiere hacer nada, sino buscar la sabiduría.
Cuando Isabel le propone que viaje durante un tiempo para ver si resuelve sus problemas, él se traslada a París, donde vivirá en condiciones humildes, trabajando incluso en una mina. Isabel le visita y le da un ultimátum para que se ponga a trabajar en serio y ganar el dinero suficiente para costear el tren de vida que ella desea, pero Larry no está interesado en el aspecto económico y rompen su compromiso. Larry viajará a la India, donde cree haber encontrado aquello que estaba buscando, a su regreso a París, quienes le conocen, encuentran en él a un nuevo hombre.


Basada en la novela del mismo título del británico William Somerset Maugham, que en el film aparece representado por Herbert Marshall, que guarda un cierto aire con el célebre autor, alguna de cuyas novelas y obras teatrales, alcanzaron gran éxito, principalmente esta, auténtico best seller del que se han vendido millones de ejemplares desde su publicación, dos años antes de rodar la película.
Somerset Maugham fue contratado para participar en el guión del film, no sé si se utilizo algo de su trabajo o fue ignorado, el caso es que no figura en los títulos de crédito.


Con una magnífica partitura de Alfred Newman, la película está brillantemente dirigida por Edmund Goulding, uno de esos directores que no alcanzaron fama, pero que forma parte de lo que la crítica ha denominado artesanos del cine, como si fueran de segunda fila, cuando en este film, Goulding nos regala unos elegantes movimientos de cámara, sobre todo en los planos secuencia, como el del inicio, una maravillosa recreación de una fiesta de la clase acomodada de Dallas en el Club de Campo, en la que, por cierto, quedan apuntadas de manera elegante y discreta, mediante un sutil gesto, las tendencias homosexuales del tío Elliot. No pude por menos de sonreírme ante la inteligencia y el ingenio de los artífices del film.


La película descansa sobre todo en esa sabia manera de dirigirla, en la lograda ambientación, los maravillosos diálogos y, por encima de todo, las interpretaciones, en las que, como en tantas películas de la época, los secundarios están a un magnífico nivel, tan alto que de las cuatro nominaciones a los Oscar que tenía, dos eran para mejor actor y actriz secundaria. Anne Baxter se llevó el premio, no así Clifton Webb, pero su interpretación es una delicia.
Melodrama clásico, en el que, como sucede en general en las obras de Sommersen Maughan, no se condena a los malvados, como él mismo decía "no me preocupan mucho los pecados de otros, a excepción de los que me afectan a mí en persona". La historia es interesante, dotada de una gran fuerza dramática y muy bien narrada. Con ese aroma de las películas de mediados del siglo pasado que tanto gusta a los amantes del buen cine.




4 comentarios:

  1. Leído el libro, tengo pendiente la película. Apuntada queda.

    ResponderEliminar
  2. Muy buena película también compañero. Creo que Tyrone Power fue el primero que interpretó en el cine el personaje del "Zorro" y si estoy equivocado, corrígeme, porque lo que no sepas tú de cine, no lo saben otros.

    Saludos Trecce.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Douglas Fairbanks ya había interpretado al Zorro en el cine, pero en efecto, El signo del Zorro fue una de las primeras pelis de Tyrone Power.

      Eliminar