lunes, 17 de mayo de 2010

EL VIOLINISTA EN EL TEJADO

Como digo siempre, antes de empezar a ver esta peli: Es un musical. Eso que no se le olvide a nadie, recordemos que es la adaptación al cine de un grandísimo exito de Broadway.
Y es que a cada cual, la peli, le parecerá lo que sea y eso está muy bien, que no todos tenemos los mismos gustos, porque he leído críticas de todos los colores, así que haré (intentaré hacerlo al menos) abstracción de ellas y voy a decir lo que a mí me ha sugerido.
A pesar de que a mucha gente no le gusta el guión, como tal, yo tengo que decir que a mí sí me gustó, me parece una manera alegre y divertida de contar algunas cosas serias, otras tristes e incluso alguna trágica.
Porque hay varias historias que se superponen y entremezclan, a mi modo de ver, de un modo bastante bien conseguido. Por un lado la tragedia, la eterna historia, del pueblo judío, ese constante errar por el mundo, para algunos (de ellos mismos), una maldición, un castigo de Dios, para mí, una desgracia, otros han sufrido incluso la aniquilación absoluta o su absorción por otros pueblos más poderosos. Los judíos, por una serie de circunstancias que todos conocemos, han logrado sobrevivir como pueblo a mil y una desgracias.
Por otro lado, está la historia en general, me refiero a la que ha vivido la sociedad como tal, independientemente de raza, religión o lugar geográfico. El cambio generacional, el cambio de los tiempos, de los modos, de las relaciones familiares, algo tan antiguo como la humanidad misma. "Los tiempos están cambiando", se nos repite en varias escenas de la peli, ante la apelación a la tradición (qué gran canción, la que sirve de soporte musical a este tema) del padre y de los mayores en general, los jóvenes tratan de ir con los nuevos vientos.
A mí me parece que ambos temas, el del cambio generacional y de relaciones, por un lado y el de los judios, sus costumbres y el acoso que sufren, por otro, están bastante bien tratados, sin hacer de ellos un drama lacrimógeno, pero sin quitarle, (me refiero a este último), un ápice de la tragedia que supone para quienes lo sufren.



En cuanto al musical, ¡ay, amigo!, ese es otro asunto. La peli es grandiosa, con unas canciones, muy bonitas, de las que el famoso "Si yo fuera rico...", está al nivel popular que puedan ocupar "Singing in the rain" y otras canciones míticas de la historia del celuloíde. Pero es que la coreografía, en general y los números musicales, en cuanto a instrumentación, bailes, canciones, son maravillosos. Es un musical de los de antes, que se dice en estos casos, para denotar que ya no se hacen cosas así.
Y de la peli en sí, decir que me han parecido grandiosos los trabajos de escenografía y decorados, el vestuario y la fotografía que, según parece, supuso todo un trabajo de innovación en algunos aspectos, en lo que a filtros y consecución de colores determinados se refiere, aunque hay que ponerle el pero del dichoso zoom, que en alguna escena puede resultar un tanto excesivo (pero claro, estamos en los setenta y se pirraban por el zoom).
Y los actores, bastante bien, una gran actuación de Topol, de hecho no nos imaginamos a otro tipo haciendo el papel, pues sabe transmitir eficazmente al espectador sus estados de ánimo y, sin embargo, en su momento, los productores se la jugaron eligiéndole a él y no al actor que protagonizaba lo obra de teatro.
Películas como esta, dan para contar un montón de anécdotas, así que hay que elegir alguna, para no ser muy prolijo, que esto ya me está quedando más largo de la cuenta.
Se cuenta que elegieron a Norman Jewison para dirigirla, porque pensaron que dado su apellido, era judio. Si esto es verdad, metieron la pata, pero sólo en pensar que era judio, porque desde luego, la peli la dirigió a las mil maravillas. Más adelante se atrevió con otro musical que también ha hecho historia: "Jesuscristo Superstar".
El actor Paul Michael Glaser, que aquí tiene un destacado papel, como activista revolucionario, es el Starsky de la serie televisiva Starsky y Hutch (Se le puede ver en el fotograma que cierra esta entrada).
El título del musical, está inspirado en un cuadro de Marc Chagall (el que se reproduce más arriba) titulado "El muerto", en el que se representa un funeral y se ve a un violinista en el tejado.
Tuvo 8 nominaciones a los Oscars y se llevó tres: Mejor fotografía, mejor sonido y mejor banda sonora adaptada. Topol estaba nominado como mejor actor, pero quedó tras Gene Hackman, por su interpretación inolvidable en The French connection.
Para terminar, he leído por ahí que le sobran metros, a mí no se me hizo larga y añado que no me ha parecido que haya envejecido mal, lleva los años muy bien llevados. No sé lo que dirá el libro sagrado al respecto, pero a mí me sigue pareciendo una gran película y aparte del famoso tema ya mencionado ("If i were a richman..."), siempre me encantó el "Do you love mi?" que cantan Teyve y su esposa Golde y que es la ternura hecha canción.



6 comentarios:

  1. Mi profesor siempre ponía de ejemplo la canción de If i were a rich man... porque era en el único caso en el que el I iba acompañado de were y no de was... anécdotas de la vida vaya. Esta en mi lista de pelis pendientes, a ver si cuando acabe los exámenes la cojo de la biblioteca

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  2. Eso, para relajarte. Suerte con el final de curso.

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  3. No sé que me ocurre con esta peli. Todavía no la he visto y he tenido oportunidad de verla varias veces. Siempre he buscado alguna excusa para no verla. Pero ya me he rendido a mí mismo y la tengo grabada en dvd. Ahora no tengo excusa.
    Saludos!

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  4. A ver si te gusta o, al menos, te resulta entretenida.

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  5. Totalmente de acuerdo, Trecce. Es una gran película que, en mi opinión, tiene el metraje necesario. Un saludo

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  6. Gracias por el comentario, meg, un saludo.

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