MONÓLOGOS

El monólogo es es discurso dirigido a uno mismo o la pieza dramática en la que sólo habla un personaje. A mí, siempre que hablo de monólogos teatrales se me viene a la cabeza Cinco horas con Mario, la obra de Miguel Delibes que fue llevada al teatro por Josefina Molina e interpretada por Lola Herrera. Pero hoy no voy a hablar de estos monólogos, sino de los monólogos humorísticos, con gran tradición en la televisión anglosajona, sobre todo la del otro lado del atlántico y que aquí se pusieron de moda a raíz del programa El club de la comedia. En este tipo de actuaciones, un actor, a veces consagrado, se pone delante del público con el objetivo de arrancar sus carcajadas y aplausos a base de una interpretación no muy larga (entre 5 ó 10 minutos). Ya digo que algunas veces es un actor ya famoso, al que no le hace ninguna falta llevar a cabo este de actuaciones y que lo hace por "divertimento" y lo pongo entre comillas, porque realmente es un divertimento entre comillas, ya que no deja de ser un riesgo ponerse y exponerse frente al público, porque te puede salir el tiro por la culata. Hace falta un buen guión, conectar con el espectador y saber transmitir. Eso a veces se consigue con las muchas tablas que tienen algunos y algunas, pero no siempre es tan fácil y puede llevar sus buenas sesiones de ensayo. El principal "truco", consiste en narrar historias cotidianas, de cosas que nos ocurren o que hemos visto todos. Ahora han proliferado este tipo de actuaciones en toda suerte de garitos (dicho en el mejor sentido de la palabra), con diversa suerte, está claro que no todos valemos para esto, tanto es así que a algunos ni se nos ocurre intentarlo.
Aquí os dejo un ejemplo de monólogo divertido, en la actuación de Leo Harlem. En realidad él es Leonardo González, un casi paisano, nacido en Matarrosa del Sil.