Jessica Drummond (Barbara Stanwyck) es una despótica terrateniente que gobierna con mano firme sus posesiones en el condado de Cochise, en Arizona.
Gusta de cabalgar su caballo blanco al frente de cuarenta hombres armados y todos a lomos de caballos negros o pardos, en dirección a Tombstone, con el único objeto de recordar a los ciudadanos quien gobierna en este lugar sin ley.
Hasta que un buen día aparece por sus tierras Griff Bonnell (Barry Sullivan), un antiguo pistolero al que ha contratado el gobierno federal para ir pacificando los lugares por los que pasa. Con él viajan sus dos hermanos Wes (Gene Barry) y Chico (Robert Dix). Bonnell tiene fama de ser experto en limpiar lugares en los que hasta entonces imperaba la ley del más fuerte.
Aunque esta nueva situación conmociona un tanto a Jessica, ella y Bonnell se respetan mutuamente, incluso su relación se torna en algo que va más allá de la simple amistad.
La ley y el orden parecen haber llegado a Tombstone sin disparar un solo tiro. Pero todo esto salta por los aires cuando el bravucón e inconsciente hermano de Jessica, Brockie (John Ericson), de mal genio y gatillo fácil, mata a Wes Bonnell. Más tarde, Brockie llega a utilizar a su propia hermana como escudo humano para protegerse a sí mismo durante un tiroteo, lo que lleva a Jessica a replantearse su modo de pensar y su actitud sobre muchas cosas, particularmente en lo que concierne a su hermano.
Versión revisada de la película de John Ford "My Darling Clementine", titulada en España Pasión de los fuertes en la que se reemplaza a los hermanos Earp por los hermanos Bonnell, y al viejo Clanton y sus hijos por Jessica Drummond y sus cuarenta pistoleros que incluyen al hermano de gatillo fácil.
A pesar de contarnos una historia archiconocida dentro del género, estamos ante un western un tanto atípico, en el que contemplamos a un malo sin escrúpulo alguno, despiadado y un tanto imbécil, un protagonista masculino con un pasado traumático y la protagonista, una Barbara Stanwyck ya en decadencia, pero que sigue llenando la pantalla con su presencia, una mujer fuerte en un mundo de hombres.
El guión, del propio realizador, Samuel Fuller, no es de lo mejor de este film que también incluye un par de canciones originales que son muy bonitas, pero parecen metidas con calzador en medio de la narración.
Junto a algunos planos sensacionales magníficamente planificados y una llamativa fotografía en blanco y negro y CinemaScope, nos encontramos con una historia que transcurre con demasiados altibajos como para resultar del todo atractiva para el espectador que realmente tiene que dejar de lado y ser benévolo con unos cuantos detalles para encontrar únicamente entretenimiento y quedarse con el virtuosismo de Sam Fuller y unos cuantos diálogos duros, mezclados con doble sentido.
Por cierto, para los que se quejan del final demasiado almibarado y que parece toda una concesión a la complacencia, señalar que Fuller tenía previsto otro bastante menos suave, pero al parecer, Twentieth Century-Fox le obligó a cambiarlo por el que se ve en la película.
Una película donde claramente la forma es mucho mejor que el fondo. Siempre he pensado que el título (eso de los 40 pistoleros queda bien) fue antes que el guion.
ResponderEliminarLa verdad es que el título despista bastante sobre el verdadero contenido de la película.
EliminarHola Trecce!
ResponderEliminarDesconocia el titulo, me la anoto. Me gusta esa final con Stanwyck con los brazos en jarras...jeje
Saludos!
Todo un icono la Stanwyck.
EliminarLa vi recientemente. Y es como reseñas. Con un villano, más caprichoso que malvado.
ResponderEliminarY también está el personaje de la mujer que vende armas, que se considera la mejor tiradora.
La rubia fabricante de armas tiene un papel importante en el film, en efecto.
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