jueves, 24 de enero de 2019

LA FORMA DEL AGUA

Baltimore de 1962. Elisa Esposito (Sally Hawkins), encontrada abandonada cuando era una bebé, con cicatrices en el cuello, ha sido muda toda su vida, esa discapacidad ha ocasionado que no tenga demasiadas oportunidades en la vida. A pesar de ser una mujer inteligente, realiza un trabajo como limpiadora en un centro de investigación militar donde ha trabado amistad con una de sus compañeras de trabajo, Zelda Fuller (Octavia Spencer), quien a menudo traduce su lenguaje de señas a otras personas del centro. Elisa no ha tenido ningún romance en su vida, su mayor apoyo emocional, más allá de Zelda, es su vecino, un artista gay llamado Giles (Richard Jenkins), los dos viven en apartamentos contiguos situados sobre un cine. Al igual que Elisa, Giles está solo, su homosexualidad complica su vida personal y profesional, esta última como artista gráfico comercial. La vida de Elisa cambia cuando el Coronel Richard Strickland (Michael Shannon) trae un nuevo "activo" a la instalación. Elisa acaba descubriendo que se trata de una criatura con una apariencia mezcla de humano y anfibio hallada en las aguas del Amazonas. Visitando en secreto a la criatura, Elisa se siente atraída por ella de inmediato y, a pesar de que tiene un lado violento, los dos encuentran una manera de comunicarse entre sí y terminan formando un vínculo entre ellos. Elisa tiene que decidir qué hacer cuando descubre que, aunque la razón para llevar a la criatura a la instalación es probar la posibilidad de que la envíen al espacio, el Coronel Strickland, quien siempre ha tenido sentimientos antagónicos hacia la criatura, finalmente quiere matarla. Es posible que Elisa tenga que equilibrar sus sentimientos al querer estar con la criatura en contra de liberarla de nuevo en el medio natural del agua, lo que podría ser más beneficioso para ella. Las cosas se complican aún más, pues los soviéticos conocen la existencia de la criatura y tienen un agente secreto que se ha infiltrado en las instalaciones.


Aclamada película por parte de la crítica, que recibió nada menos que cuatro premios Oscar, entre ellos el de mejor película y mejor director. Sin embargo el resultado obtenido entre el público no estuvo a la altura de la expectativas.


Guillermo del Toro sigue en su universo en el que mezcla realidad y fantasía y, de nuevo, nos trae una criatura extraña alrededor de la cual gira el relato.
Magnífica la partitura musical de Alexandre Desplat, para mí, de lo mejor de la película junto a algunas escenas y un lenguaje visual bien conseguido. Más allá de esto, me ha dejado un tanto decepcionado el guión que, para mi gusto, cojea bastante, como si estuviera hecho para satisfacer las necesidades de la película, con unas cuantas cosas que están traídas de cualquier manera sin que tengan demasiado sentido. Lo mismo me ha ocurrido con el personaje interpretado por Michael Shannon, un villano que resulta patético.


Para mucha gente resulta una obra maestra, aunque otros han visto una relación entre una mujer con problemas de relación y una criatura anfibia un tanto repulsiva que vive en una pecera, vamos una historia poco menos que asquerosa.
Del Toro explicaba que quería hablar, entre otras cosas, del amor interracial, aunque lo que vemos, en ocasiones se parece más al bestialismo.
En fin, opiniones para todos los gustos.




2 comentarios:

  1. Tiene algunas cosas buenas, pero, en general, decepcionante.

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    1. Yo pienso que es una de esas películas que el tiempo va colocando en su lugar y que no es para tanto como pareció en su momento.

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