viernes, 4 de enero de 2019

ANTES DEL AMANECER

Céline (Julie Delpy), una estudiante francesa, y Jesse (Ethan Hawke), un joven estadounidense que viaja por Europa tras romper con su novia, se conocen en un tren que recorre el trayecto entre Budapest y París. Jesse va a Viena para tomar un vuelo de regreso a los Estados Unidos, mientras que Céline regresa a la universidad en París después de visitar a su abuela.
Cuando llegan a Viena, Jesse se las ingenia para convencer a Céline de que se apee con él, con el argumento que 10 o 20 años más tarde, podría no estar feliz en su matrimonio y preguntarse cómo habría resultado de diferente su vida si hubiera elegido a otro hombre, y esto es una oportunidad para darse cuenta de que él mismo no es tan diferente del resto; en sus palabras, él es "el mismo tipo aburrido y desmotivado". Jesse tiene que tomar un vuelo temprano por la mañana y no tiene suficiente dinero para alquilar una habitación para pasar la noche, así que deciden vagar por Viena.
Tras visitar algunos lugares emblemáticos de la capital austriaca, comparten un beso en la cima de la noria Riesenrad al atardecer y comienzan a sentir una conexión romántica. A medida que continúan deambulando por la ciudad, hablan más abiertamente, con conversaciones que van desde temas sobre el amor, la vida, la religión y sus observaciones de la ciudad.
Céline le dice a Jesse que su último novio terminó con ella hace seis meses, alegando que ella "lo amaba demasiado". Jesse, por su parte, revela que inicialmente había venido a Europa para pasar tiempo con su novia que estudia en Madrid, pero se separaron cuando ella lo evitaba mientras él estaba allí. Decidió tomar un vuelo barato para regresar, pero no había ninguno en dos semanas, así que compró un pase Eurail y se dedicó a viajar por Europa.


Original comedia romántica en la que los dos protagonistas y la propia ciudad de Viena, centran todo el peso del film.
Un argumento plagado de diálogos entre la pareja Delpy/Hawke, interrumpidos por breves apariciones de terceros que sirven para cortar la posible monotonía del continuo protagonismo de la pareja que, interpreta muy bien sus papeles y además quedan muy guapos ambos.
De una manera elegante y nada morbosa, se plantean multitud de cuestiones de esas que afectan a los jóvenes y ambos protagonistas desnudan su alma, con una sinceridad que solo se tiene con un desconocido a quien sospechas no volverás a ver, aunque, al final, la cuestión queda abierta para un posible reecuentro. De hecho, la película tuvo dos secuelas, Before Sunset (Antes del atardecer), que retoma la historia nueve años después y Before Midnight (Antes del anochecer), que lo hace dieciocho años después.


Por más que nos pueda parecer un argumento manido, incluso aburrido, la película tiene frescura, pues los personajes, sus circunstancias y sus modos de actuar, nos resultan cercanos y creíbles, lejos de la sensiblería y el exceso de edulcorante de este tipo de films. Hay una escena, la que se desarrolla en una cabina de audición de una tienda de discos, en la que ambos escuchan "Come here", una canción de Kath Bloom que es quizá todo un resumen de la naturalidad y la cercanía que logran transmitir los actores durante todo el film, es magnífico como, sin palabras, con la música de fondo y a través de los gestos, sobre todo de sus rostros, logran transmitirnos situaciones que todos hemos vivido alguna vez, a un tiempo incomodas y excitantes: las miradas de soslayo a una persona que nos atrae cuando creemos que está mirando a otra parte, el silencio tenso y expectante... Todo muy natural, pero se nota que hay un gran trabajo de guión y dirección detrás de las logradas interpretaciones.
Una película que nos acerca una historia romántica original por cercana y entretenida, aunque quizá a algunos que no logren empatizar con la pareja protagonista, les pueda aburrir, sobre todo por el buscado ritmo pausado de su narración.




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