lunes, 19 de noviembre de 2018

EL SARGENTO NEGRO

Braxton Rutledge (Woody Strode) es el sargento primero del 9º de caballería, ex esclavo y que ahora sirve en las tropas del ejército. Estacionado en Fort Linton, en el Territorio de Arizona, se le acusa del asesinato de su jefe, el comandante Dabney y de la violación y el asesinato de la hija del oficial, Lucy Dabney (Toby Michaels). La historia se mueve en el tiempo, construida alrededor del testimonio en la corte marcial de Rutledge y los testigos del caso. El fiscal es el quisquilloso Capitán Shattuck (Carleton Young), enviado desde la sede del general Nelson Miles para la tarea. El abogado defensor es el teniente Tom Cantrell (Jeffrey Hunter), aparentemente inferior en sus armas de defensa al representante de la acusación, que ha servido con Rutledge, al que respeta y admira.
A medida que la historia se desarrolla, en gran parte en flashbacks, Rutledge es herido en la noche de los asesinatos y huye de Fort Linton. Posteriormente mata a varios apaches mescaleros renegados y salva a Mary Beecher (Constance Towers), que acaba de regresar del este. Rutledge es capturado por la patrulla de Cantrell, se libera de la custodia y salva a la patrulla de una emboscada, solo para ser finalmente devuelto a Fort Linton como prisionero. Su nobleza patente es tal que nunca pensamos que realmente hizo aquello de lo que se le acusa. Braxton no niega en ningún momento que mató a su superior, pero alega que lo hizo en defensa propia, ya que este, al encontrarle junto al cadáver de su hija, estaba furioso y convencido de que el sargento atacó y mató a la joven.
A medida que la historia se va revelando, queda patente que cada uno de los acontecimientos sucedidos, tiene dos caras y Cantrell habrá de convencer a la corte de la inocencia de Braxton.


El guión se basa en un relato de James Warner Bellah (coguionista del film), publicado en el "Saturday Evening Post".
Considerada por muchos como una obra menor en la filmografía de Ford, sin embargo es un film que tiene muchas facetas interesantes, comenzando por la crítica certera a los prejuicios raciales que cobra especial interés en el caso de Ford al que tantas veces se ha acusado de racista.
Se ha criticado mucho la estructura en flashbacks del film, porque algunos argumentan que está mal conseguida, pero sin embargo, otros creen que le da dinamismo.
La película logra mantener cierta intriga, no por saber si el sargento es culpable o no, pues desde el primer momento, al espectador le queda claro que no tuvo nada que ver con el asunto, sino por averiguar quién lo hizo.
Quizá lo peor es la resolución, la confesión del autor queda bastante ridícula y, a mi modo de ver, poco o nada creíble.


A pesar del tema que trata, el film está aderezado con muchos momentos de humor que compensan el drama y que, al tiempo, sirven, como ocurre en otras películas del realizador, para dar oportunidad de lucimiento a algunos de los secundarios que, por cierto, lo hacen muy bien.
La película tiene algunas secuencias brillantes, tal vez el momento más emotivo sea cuando los soldados negros están cantando "Capitán Búfalo", para dar fuerza y ánimo a su compañero, cuya imponente silueta se recorta contra la luz de la luna.
Puede que no sea la mejor película que haya hecho Ford, pero seguro que es una de sus películas interesantes y está muy bien hecha, vale la pena descubrirla.




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