Judith Rashleigh, una joven licenciada en arte, cree ver realizado, a sus 20 años, el sueño de su vida: entrar a trabajar en una de las dos mejores casas de subastas londinense. Enseguida se irá dando cuenta de que sus jefes están más preocupados por el dinero, que por el arte, que su mísero salario apenas le da para ir tirando y que junto a trabajos que tienen que ver con su profesión, de vez en cuando le encargan traer los cafés o llevar el traje del jefe a la tintorería.
Para complementar sus ridículos ingresos, Judith comienza a trabajar en un club nocturno donde jóvenes y atractivas mujeres se llevan un porcentaje de las caras botellas de champán que incitan a consumir a los clientes del local. Uno de sus admiradores, la invita a pasar unas vacaciones en La Riviera francesa y la vida de Judith cambiará para siempre. Cuando entra en el Hotel du Cap, lo hace como una acompañante para todo, cuando sale, lleva unos cuantos miles de euros en la bolsa que va colgada de su hombro y deja un cadáver a sus espaldas.
Lisa Hilton (rebautizada ahora como L.S. Hilton), además de artículos en revistas, ya había escrito libros de carácter histórico, con títulos que pasaron desapercibidos, hasta que su agente literaria le propuso intentar algo al estilo de "ese libro" (con lo de "ese libro" se refería a Cincuenta sombras de Grey) y aunque ella ha confesado que no acaba de entender esa especie de obsesión que le ha entrado a la gente por los relatos subidos de tono, aceptó el reto y, tras ser rechazado por varias editoriales, al fin encontró quien se lo publicara y cuando apareció en 38 países más, ya lo hizo con la vitola del bombazo del año.
Antes de seguir, he de aclarar que la crítica considera el estilo de Hilton, superior al de su "colega" E.L. James (autora de las Cincuenta sombras), Hilton escribe bien no sólo de sexo, sino de todo lo demás que contiene su novela, pienso que se podrían cortar las escenas de sexo y la novela seguiría siendo fascinante, aunque tal vez sería menos divertida.
Para recrear a Judith Rashleigh, la autora se ha inspirado en sus propias experiencias con una casa de subastas, en sus entrevistas con banqueros ginebrinos y en su encuentro con un miembro de los servicios secretos. Pero también en su experiencia durante una orgía de la alta sociedad en París en la que participó al menos como espectadora...
El personaje de Judith ha sido comparado con otros, como el Tom Ripley de Patricia Highsmith o el mismo James Bond, pero tiene sus propias características, Hilton escribe sobre el amor de Judith por las bellas artes y la ropa cara con la misma pasión que derrocha en sus orgías y tríos. Hace una especie de prueba para ver hasta qué límites puede llegar y aunque algunos lectores podrán admirar el realismo que aporta a la vida sexual de Judith, otros se opondrán a su frecuente uso de palabras fuertes y descripciones explícitas, igual que algunos pueden pensar que hay algún asesinato más de la cuenta, mientras para otros, cada uno de ellos, es una vuelta más de tuerca en el desarrollo de la historia. Se le ha criticado también por perpetuar esa visión del mundo en la que ellos tienen el poder y el dinero y ellas están relegadas al papel de mujeres "objeto". La autora se defiende alegando que Judith demuestra mejor que nadie "lo fácil que es manipular a los hombres", sobre todo cuando se les enfrenta al mayor de sus temores: su propia sexualidad.
De cualquier manera la heroína inventada por Hilton seguirá teniendo aventuras, al menos dos más, gracias al millón de dólares que la autora ha recibido a cambio de escribir tres libros.
Es una novela que impide dejar de leer hasta que vence el sueño del día. Pura intriga aventurera con asesinatos magnificamente planeados y descripciones de orgías sexuales que no escandalizan por ser muy realistas.
ResponderEliminarExcelente libro para pasar las horas.
Pone al día algunos de los recursos típicos de las novelas de intriga. No está mal.
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