martes, 24 de noviembre de 2015

NO SIN MI HIJA

El 3 de agosto de 1984, Betty Mahmoody y su marido, un medico iraní afincado en Estados Unidos, se van de vacaciones a Teherán con su hija Mahtob, de cuatro años. Transcurridas las dos semanas previstas, el marido decide establecerse allí y, amparado por la ley iraní, obliga a su mujer a quedarse en el país, a menos que acepte separarse de su hija. Betty, atrapada en una cultura que le es ajena, planea huir con su pequeña, la única opción que parece que le resta, pero no conoce a nadie salvo a la familia de su esposo y la embajada de EE.UU. está cerrada tras el asalto sufrido por los estudiantes afectos al régimen de Jomeini. Cuando conoce a un tal Amahl, un hombre que está dispuesto a ayudarla a huír a través de Turquía, toda la vida de Betty gira en torno al momento en que su amigo la avise para partir.
La protagonista cuenta una historia real, claro que lo hace desde su punto de vista, algo que, por otra parte, crea empatía con el lector occidental, pues las cosas las sentimos nosotros como ella, desde su misma perspectiva y la manera de comportarse de los iraníes nos parece poco menos que bárbara.
Es una historia dura, Betty sufre en sus carnes y en las de su hija, el cambio de carácter de su esposo que se vuelve tiránico, déspota y de reacciones imprevisibles, la maltrata con dureza dándole severas palizas y encerrándola en casa durante días.
Betty nos cuenta su dolor y su rabia al recordar que no supo interpretar muchas de las señales que ya había visto de todo esto cuando aún estaban en EE.UU. y se dejó embarcar en esta aventura por tratar de salvar su matrimonio y, sobre todo, por no perder a su pequeña Mahtob.
El libro nos cuenta muchas de las costumbres de los iraníes, el cambio que sufrió el país tras la huída del Sha, la omnipresencia en las calles de la Pasdar (una especie de policía que vela por el cumplimiento de las normas islámicas); el metódico aleccionamiento de la población, sobre todo de las mujeres, para volverlos sumisos y obedientes; la pobreza generalizada...
Pero también nos habla de las personas que le ayudaron, gentes de todo tipo, comenzando por el tendero Hamid, que la dejaba llamar a sus padres desde su comercio, y que se jugaron la vida literalmente por ayudar a una desconocida a la que comprendieron y de la que tuvieron compasión.
A pesar de que conocemos el resultado final de su desagradable y peligrosa aventura, el libro se hace trepidante, mantiene la tensión a lo largo de todas sus páginas y consigue conmovernos y emocionarnos hasta el final. La tensión por ver a Betty y a su hija fuera de peligro, se redobla en las magníficas páginas finales en las que acompañamos a ambas y a quienes las ayudan, en su peligrosísimo viaje por las montañas que separan Irán de Turquía.
En el resultado del libro y lo magníficamente escrito que está, se nota la mano del coautor del texto, William Hoffer, escritor y guionista norteamericano, coautor también de otro gran relato "Expreso de medianoche".
El libro fue llevado al cine en 1990 por Brian Gilbert en una película protagonizada por Sally Field. Curiosamente el marido de Betty, el doctor Mahmoody, protagonizó un documental titulado "Sin mi hija", en el que dio su versión de los hechos.
El libro es un documento muy interesante, que dejará impresionado a quien lo lea.



2 comentarios:

  1. Parece interesante, y algo muy cercano a lo que se está viviendo.

    Abrazo Trecce.

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    1. Por desgracia, lejos de llevarnos al pasado, parece un libro muy actual.

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