Con el curso ya avanzado, el niño Cuéllar (José Alonso), ingresa en un colegio masculino del elitista barrio limeño de Miraflores. Tras las consabidas bromas y recelos por parte de sus compañeros, es admitido en el grupo de los que serán sus camaradas (Choto, Mañuco, Chingolo y Lalo, alguno de cuyos nombres se alteran en el film), destacando pronto como un niño aplicado, inteligente y con ciertas dotes para los deportes.
Un día, tras un partido de fútbol, Cuéllar es atacado por Judas, un gran danés que tienen enjaulado en el colegio y que por los juegos de sus amigos, ha escapado. El perro se dirige a las duchas donde se está aseando Cuéllar, junto a otros niños del colegio y sufre las mordeduras del animal que le provocan graves heridas, como consecuencia de las cuales han de amputarle el pene, aunque conserva los testículos.
Aquel accidente, cambiará la vida de Cuéllar para siempre. Aunque al principio, el niño apenas es consciente de lo que va a suponer para su vida futura (como dice un párrafo de la novela, "Todavía llevaban pantalón corto ese año, aún no fumábamos"), pronto empieza a sufrir las consecuencias, sus compañeros le apodan "Pichula" (también se altera el apodo en la película), algo que no le sentará nada bien y que es fuente de desavenencias y peleas.
Más adelante, cuando Cuéllar y sus amigos ingresan en la edad del amor, éste ve como todos ellos van teniendo novias y hablando de los asuntos propios del sexo que preocupan a esta edad, mientras él es consciente de que su limitación física le va apartando de ese mundo.
Cuando Teresita Arrarte (Helena Rojo), irrumpe en la vida de Cuéllar, el joven queda prendado de ella, sin embargo la relación está avocada al fracaso, la chica acaba en brazos de otro muchacho con el que se va a casar y Cuéllar entra en una dinámica de consumo de alcohol, excesos y gamberradas en una actitud mezcla de deseo de olvidar y de demostrar su hombría frente a los demás.
El guión se basa en la obra del mismo título del escritor peruano Mario Vargas Llosa. Se trata de una producción mexicana de 1973, dirigida por Jorge Fons, con algunos buenos actores de la escena azteca, aunque en este caso concreto tampoco es que brillen especialmente.
Uno de los principales atractivos de la novela es el lenguaje empleado, algo que se pierde en el traslado a la pantalla, en el que se hace excesivo hincapié en las escenas relativas al aspecto sexual, olvidando la crítica social que Vargas Llosa destila en su novela.
El film resulta ser una libre adaptación, que acaba reinventado buena parte de la novela y que deviene en un producto bastante decepcionante.
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