lunes, 10 de marzo de 2014

EL PACTO DE LOS LOBOS

Francia, 1766, una misteriosa bestia asola los alrededores de Gévaudan. Los testimonios, si no contradictorios, son discordantes, cada cual añade detalles sobre su forma y aspecto, aunque casi todos los que dicen haberla visto, coinciden en que es una especie de lobo gigantesco. El caso es que mujeres, niños y animales domésticos aparecen muertos y mutilados y la noticia se extiende, primero por todo el país y luego más allá de las fronteras galas.
Luis XV, envía al naturalista Gregoire de Fronsac (Samuel Le Bihan), que trabaja en los jardines del rey, para que investigue la naturaleza y el origen de los ataques. Fronsac llega acompañado de Mani (Mark Dacascos), un indio mohawk a quien conoció durante su estancia en las colonias francesas de América.
Ambos descubren que la bestia, a quien algunos, sobre todo los eclesiásticos de manera interesada, atribuyen un origen sobrenatural, debe ser un animal adiestrado específicamente para matar. Sin embargo, desde París llegan órdenes de que aquello debe acabar de cualquier manera, para lo que el rey envía a su mejor arcabucero que todo lo que consigue es matar a un lobo y exige a Fronsac que altere su cadáver para que parezca que es la famosa bestia.
Aunque oficialmente el caso se da por cerrado, Fronsac y Mani volverán a Gévaudan para seguir investigando por su cuenta desafiando a las autoridades.


Extraña película del francés Christophe Gans. Pretendidamente innovadora, lo cierto es que obtuvo un gran éxito de taquilla, para muchos inexplicable, pero así son las cosas del cine y así somos los espectadores.
Gangs es un hombre con experiencia en películas fantásticas y videojuegos, el film del que hablamos (a quienes les guste y sepan un poquillo de qué va, lo notarán enseguida) bebe en ese campo del videojuego. Introducir, en una peli ambientada en el Siglo de las Luces, luchas al estilo de los films de Hong Kong; los travellings aéreos sobre paisajes naturales por medios digitales; los pasadizos y subterráneos oscuros y llenos de recovecos... son imágenes muy típicas de videojuego de acción y aventura.


Toma también algunas cosas del western americano, sobre todo al principio de la película, la presentación de los dos jinetes (Fronsac y Mani), la podría haber firmado perfectamente Peckinpah: Vestidos con largos abrigos, bajo la lluvia, con la cabeza oculta por el sombrero y el cuello levantado del gabán, a caballo...
Lo cierto es que la primera mitad del film tiene cierto interés y concita la atención de espectador, que espera a ver por dónde van a ir los tiros. Tras el establecimiento de la trama y la definición de los personajes, viene una segunda mitad, para mi gusto menos conseguida, más previsible y con un final bastante académico.


Y es que la primera parte está concebida como una especie de thriller que podríamos llamar histórico, pues está enraizado en un determinado tiempo de la historia y presenta además el enfrentamiento entre la razón y la fe, tan típico de esa época. La segunda mitad, es una especie de film de venganza (por eso me vino antes Peckinpah a la memoria), que se hace un poco larga, en la que el realizador va casando algunas de las piezas que han quedado sueltas de forma intencionada en la exposición de la historia.


Aunque a muchos pueda parecerles una historia fantástica, lo cierto es que está basada en hechos reales y bien documentados, es más, en el film se reflejan pequeños detalles que cuentan las crónicas de la época. Lo único que se inventa el realizador es esa especie de hermandad secreta, el indio que acompaña a Fronsac y el personaje de Sylvia, una especie de espia/prostituta de lujo que interpreta una cautivadora Monica Bellucci. El resto de los personajes y la historia en sí misma, existieron, otra cosa es el tratamiento que les de el guión.
El vestuario es impresionante (el barroco da para mucho si se sabe sacar partido) y el resultado visual del film no está nada mal, pero es cierto que la película sufre mucho con los actores (en general) y con los diálogos, a veces penosos, de manera que los resultados son mejores en las escenas que carecen de ellos.
La película cumple en el plano estético, pero fracasa en otros, es como esos cómics o esos videojuegos brillantes que se estropean cuando los personajes comienzan a hablar.




6 comentarios:

  1. Muy acertada, a mi juicio; el análisis de la pelicula.Entertiene ,pero no convence.

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    1. Lo de las artes marciales en el siglo XVIII, me tiene desconcertado.

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  2. A i me pareceré una macarrada de época súper entretenida.

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  3. ¡¡A mi me encanta esta película!! :D
    AlmaLeonor

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