Es la obra con la que Julio Verne alcanzó el éxito y se convirtió en un escritor famoso y narra el viaje del doctor Samuel Fergusson, su amigo Dick Kennedy y su criado Joe Wilson atravesando África, desde la isla de Zanzíbar a la costa del Senegal, a bordo del globo "Victoria", con el objetivo de levantar un mapa de los territorios atravesados y encontrar las fuentes del Nilo.
De lectura amena y entretenida, está estructurada en capítulos cortos y muy bien documentada tanto en datos geográficos, técnicos e históricos. El continente africano escenario principal de la novela, es descrito con el peculiar estilo del autor y permite al lector dejarse llevar por sus extraños paisajes.
Al ser una novela prácticamente de aventuras, los protagonistas vivirán muchísimas situaciones que ya hemos visto miles de veces en libros y películas del mismo género, resultando los personajes principales intrépidos y divertidos.
No es de los libros de Verne donde hay más acción y muchos de los párrafos resultan algo repetitivos, a pesar de lo cual, resulta entretenido.
Tiene algunas cosas muy divertidas, sobre todo cuando habla de los ingleses (se nota que Verne es francés). En el capítulo primero, al referirse a la presentación del viaje en la Real Sociedad Geográfica de Londres, el orador se dirige a su auditorio, pero Verne lo transcribe con una irónica apostilla entre paréntisis: Inglaterra ha marchado siempre a la cabeza de las naciones (ya se sabe que las naciones marchan universalmente a la cabeza unas de otras) por la intrepidez con que sus viajeros acometen descubrimientos geográficos.
Y cuando describe los talentos del doctor Fergusson, dice, entre otras cosas: no se apuró nunca por nada de este mundo, ni siquiera a la hora de servirse por vez primera en la comida del tenedor, cosa en la que los niños no suelen sobresalir.
Cierra el capítulo con el final del acto de presentación, Verne nos lo cuenta con una mezcla de chauvinismo, puyas a los inlgeses e ironía: Se hicieron numerosos brindis con vinos de Francia en honor de los célebres viajeros que se habían ilustrado en las tierras de África. Se bebió
a su salud o en su memoria, y por orden alfabético, lo que es muy inglés.
A Julio Verne le debemos mucho. Nos dejo una obra literario fenomenal, pero, además, muchas de sus ensoñaciones se hicieron realidad más tarde, lo que dió un impulso enorme a la llamada ciencia ficción.
ResponderEliminarAsí es, José Luis.
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