martes, 28 de mayo de 2013

LA KERMESSE HEROICA

La historia nos lleva hasta el siglo XVII, cuando un destacamento de tropas españolas anuncia su llegada al pueblecito de Bloon, en Flandes en una época en la que ambos territorios (España y Flandes) pertenecen a la misma corona. Sin embargo, los españoles son tropas de ocupación y, como tales, los flamencos les tienen por enemigos.
Los regidores municipales se echan a temblar, imaginando que los españoles van a cometer todo tipo de atrocidades y a dejar la población arrasada, por lo que adoptan una estrategia defensiva que consiste en que el burgomaestre fingirá estar muerto y el resto de la población masculina, desaparecerá de la vista, dejando a las mujeres solas ante el peligro, en la confianza de que los soldados se “conformen” con alguna que otra violación que asumen como mal menor.
Ante esta actitud cobarde, las mujeres toman el mando de las operaciones y deciden dar a los españoles una bienvenida por todo lo alto. Sus encantos y su inteligencia, serán las armas que utilicen para poner a los soldados a sus pies.



La película de 1935, fue en aquel momento la más cara del cine francés, no se escatimaron medios y ello se plasma en la impresionante ambientación, con la construcción (muy bien hecha) en decorados del pueblo donde se desarrolla la acción, el cuidado vestuario y la contratación de cientos de figurantes.


A pesar de que, entre otros, obtuvo el Grand Prix du Cinema y de la buena aceptación de público, tuvo numerosos problemas para su exhibición. En España, por ejemplo, se estrenó en 1936 y luego estuvo prohibida por la dictadura. La Alemania nazi, también la prohibió; incluso Francia, país de producción, la tuvo retirada de las carteleras durante un tiempo, algo que se explica, sobre todo en tiempos de la ocupación alemana, porque se pensó que incita a la colaboración con los invasores.


No estamos ante una película que se pueda llamar de cine histórico, en el prefacio del film así se reconoce explícitamente, cuando nos anuncia que los hechos que nos van a narrar no son históricos y que lo que se pretende es plasmar un relato heroíco-cómico.


Bajo la apariencia de una comedia, el film nos trae un alegato en toda regla a favor de la igualdad de sexos que cobra mayor relevancia por estar hecho en una época en que la autoridad y preeminencia del hombre no era objeto de discusión.


El realizador, nos acerca también a lo que debía ser la vida en una ciudad cualquiera de los Paises Bajos en aquellos tiempos, nada fáciles para ellos. Lo hace de una manera asombrosamente sencilla y para su forma visual se basa en las obras pictóricas de los grandes maestros flamencos, algo a lo que también hace alusión en la introducción del film.


Buenas interpretaciones, gran ambientación y destacable calidad técnica dan como resultado esta comedia muy divertida, uno de los pocos films donde se habla de los Tercios españoles, aunque el asunto bélico sea totalmente marginal. Y cuando digo que pocas películas tratan sobre los Tercios, es literal, se cuentan con los dedos de una mano y sobra alguno.




8 comentarios:

  1. Me acuerdo muy bien de esta película. Que gran ambientación y para la época despliega gran cantidad de medios para lograr una historia estupenda. Recuerdo con cariño el papel de la mujer del alcalde, que toma las riendas de la ciudad. Una película para tener en la videoteca, sin duda.

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    1. Yo siempre me acuerdo de mi padre, que me hablaba de ella.

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  2. La puesta en escena es bonita y el tema de la igualdad entre sexos para la época en la que esta realizada elogiable. ¡La veré! Buena critica.

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  3. No he visto esta película pero, por lo que dices, tiene pinta de ser muy interesante. La época esa cuando los españoles eran capaces de poner picas en Flandes, proporcionaba muchos argumentos curiosos dignos de pasar al celuloide.

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    1. Curioso, por no decir sorprendente, el respeto con el que esta película francesa trata a los españoles.

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  4. Como dice el lema de TCM, forma parte del cine que todo buen aficionado debería haber visto ya.

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