domingo, 18 de diciembre de 2011

BRIGADA 21

¿Qué ocurre un día cualquiera en una comisaria de policía de las muchas que hay en la ciudad de Nueva York?
Ese es básicamente el argumento del film, introducir al espectador en una de ellas y dejarle que mire. Un trabajo rutinario, con un desfile de tipos variados, desde los peligrosos hampones, hasta los paranoicos que van a denunciar situaciones que sólo existen en su imaginación, pasando por raterillos novatos o gente que roba acuciada por la necesidad de dinero.
William Wyler echa mano de una serie de estereotipos para contarnos ese día a día, estereotipos entre los que debemos incluír a los propios policías, ya que en algunos momentos del film las personalidades de delincuentes y servidores de la ley, se entrecruzan, hasta que no quede muy claro si unos son los buenos y otros los malos o, más bien, de todo hay en cada lado de la línea.

El guión se basa en una obra teatral de gran éxito en Broadway, titulada Detective Story (el mismo que en la versión original), de Sidney Kingsley y básicamente sigue las mismas líneas, salvo en el desarrollo de alguno de los personajes a quienes el realizador da más relevancia que en la obra de teatro, realizando de paso unos interesantes retratos psicológicos.

La puesta en escena, también sigue los cánones teatrales a grandes rasgos, casi toda ella se desarrolla en una amplia oficina que comparten policías y detenidos, salvo alguna escena que toma como marco alguna de las dependencias anexas. Eso sin olvidar la imagen que sirve de fondo a los títulos de crédito, un maravilloso picado sobre una calle de Nueva York.

Lo cierto es que bajo la apariencia de ese devenir de situaciones en la comisaría, se desarrolla otra historia, el auténtico centro del relato, el drama que se cierne sobre la vida matrimonial del detective James McLeod (Kirk Douglas) y su esposa Mary (Eleanor Parker), una pareja feliz y enamorada, hasta que un episodio del pasado de ella que ya creía superado, cobra actualidad y con él salen a la luz todas las amarguras que marcan la personalidad de McLeod, un personaje atormentado por los fantasmas de su niñez que le han convertido en un policía duro y despiadado que no cree en la redención de ningún delincuente.
Magnífica interpretación de este gran actor en un papel que le va de maravilla, con la réplica de una bellísima Eleanor Parker, en una actuación más breve, pero llena de instantes en los que se muestra también a la altura.

Mención aparte merece el elenco de secundarios que consiguen redondear un film en el que todo el éxito depende de su trabajo y de la puesta en escena dada la manera en que está concebido el rodaje. Todos ellos están muy bien, quizá, por destacar a alguien, podemos citar a Lee Grant que da vida a una frágil ratera que acaba de llevar a cabo su primer robo y que despierta nuestra ternura y da al film algún momento de humor que contrarresta la tensión dramática.

Magnífico el retrato que hace la vida en la comisaría, con toda su rutina de papeleo, toma de huellas, etc. que el detective de turno está convencido que no van a servir de mucho y que lleva a cabo imbuído de que es su deber, aún sin ningún entusiasmo.
Valiente y delicado el tratamiento que hace sobre el asunto de aborto, algo que asustó a los productores por el rechazo presumible de la puritana sociedad norteamericana.
Y un final en el que, por fin, se produce la redención del atormentado protagonista, que hemos estado esperando durante todo el film.




2 comentarios:

  1. Hola Trece: Pues date cuenta que antes de 1973 en EEUU el aborto en la mayoría de los Estados era ilegal,sólo 15 Estados contemplaban algunos casos para darla como legal, pero el Estado de NY era punible tanto para médicos como para la mujer que lo contrataba. Fue a partir de 1973 con el caso Roe V.Wade,famoso caso e importante, cuando La Corte Suprema dice que las leyes sobre aborto (mejor antiabortos) en los EEUU eran inconstitucionales. Ahí se liberó y se empezó a dar todo tipo de garantías para la mujer. Pero fíjate como se las gastan los pro-vidas (Operation Rescue) de allí que en 1984 la noche de Navidad, tres clínicas de aborto fueron bombardeadas,era ,según estos intolerantes,"un regalo de cumpleaños para Jesús".Y todavía siguen por allí las controversias pues casi como aquí, depende de los Estados y de los intolerantes.
    A mi me gustó esta película ,pero yo tengo un problema con el teatro llevado al cine.Mis expectativas siempre sobre él y no sé a qué viene esto pero es así, es que la imagen disfrute de más planos exteriores, no obstante el resultado de esta es buena.
    Saludos Trece.

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  2. Lo cierto es que el nivel interpretativo, tan importante en obras de este tipo, con una concepción teatral, es altísimo.

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