Bob Hughes (Matt Dillon) es el jefe de una banda de toxicómanos, integrada por su mujer, Diane (Kelly Lynch), y otra pareja, Rick (James Le Gros) y Nadine (Heather Graham). Viajan a lo largo y ancho del país atracando farmacias y botiquines de hospitales para cubrir su imperiosa necesidad de droga. A raíz de un trágico suceso, Bob se replantea su situación; decide rehabilitarse y comenzar una nueva vida. Las cosas, sin embargo, no le resultan sencillas.
Ambientada en EE.UU. a principio de los 70, el guión adapta la novela autobiográfica homónima de James Fogle, él mismo drogadicto y asaltante de farmacias. De hecho, Fogle estaba en prisión cuando la película fue estrenada en 1989 y cumpliría condenas posteriores hasta que falleció en 2012, mientras estaba en un complejo correcional.
Gus Van Sant nos acerca una historia alejada de los estereotipos que presiden este tipo de películas sobre el mundo de las drogas, aquí no hay lecciones morales, ni críticas a ese ambiente, ni siquiera la degradación en la vida de estas personas queda particularmente patente, aquí, salvo por el acoso policial, que hasta los mismos protagonistas admiten como algo lógico, incluso esperable y necesario, tampoco parece que les vaya demasiado mal. Y no es que pinte una vida de color de rosa para ellos, pero desde luego, lo que no hace es incidir en las miserias de la drogadicción. El personaje de Dillon encarna la esperanza en la redención que la historia muestra como posible, pero muy dura y complicada.
Película que trata de ser objetiva a la hora de abordar esta delicada cuestión en la que tantas veces chocan derechos y obligaciones enfrentados dependiendo del lado desde el que lo mires.
Una de las mejores películas del irregular Gus Van Sant.
ResponderEliminarAsí es.
EliminarSiempre he pensado que las drogas son la forma en que determinadas potencias van minando las sociedades adversarias.
ResponderEliminarAlgo de eso debe haber.
EliminarSupongo que para llegar al fondo de un tema tan controvertido hay que tener en cuenta el contexto contracultural al que se circunscriben los hechos.
ResponderEliminarSin duda alguna.
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