ATANDO CABOS

 

Cuando Quoyle (Kevin Spacey), un hombre solitario y desdichado, pierde a su ex esposa en un accidente de coche, decide abandonar Nueva York y trasladarse con su tía y su hija a un pequeño puerto pesquero de Terranova, la tierra natal de sus antepasados. Allí consigue trabajo como reportero en el periódico local y, a medida que pasa el tiempo, se siente cada vez más identificado con el paisaje y más a gusto consigo mismo. Además, poco a poco, surgirá el amor entre él y una mujer que también tiene que combatir los fantasmas del pasado.

El guión adapta la novela del mismo título de la norteamericana Edna Annie Proulx, autora, entre otras obras, del relato Brokeback Mountain, que dio origen a la película homónima.

El protagonista es una persona con poca iniciativa, algo acobardado y con escasa o ninguna habilidad para desenvolverse en sociedad. Cuando aparece en su vida Petal (Cate Blanchett), está claro que aquella va a ser una relación abocada al fracaso. Ella es una mujer poco dada al compromiso, amante de la fiesta y la diversión, siempre con hombres que lleva a casa y desentendiéndose de la hija que ha tenido con Quoyle, a la acabará llevándose de casa cuando decide abandonar a su marido y vender a la niña a una organización de adopciones ilegal, por fortuna para la pequeña, ya que al poco se mata en accidente cuando viaja en automóvil con su último novio. 

A partir de ahí y con la aparición de la tía Agnis (Judi Dench), comenzará una nueva vida para todos en las lejanas y heladas tierras de Terranova, de donde procede la familia. Una historia que trancurre de forma amable, intercalando algún episodio relacionado con el folclore local y en la que se nos van desentrañados las heridas y los secretros que los personajes guardan de su pasado. Un relato de la vida tranquila y pacífica de los lugares alejados, donde los cotilleos se mezclan con la buena vecindad a partes iguales. Film sin mayor trascendencia, correcto y con el interés de ver a actores de primer orden, pero poco más.