jueves, 3 de agosto de 2023

EL ESCÁNDALO BLAZE

 


El anciano Earl Long (Paul Newman), gobernador de Luisiana, es un habitual de los locales de striptease. En uno de ellos trabaja la joven stripper Blaze Starr (Lolita Davidovich), de la que Earl se encapricha. Cuando Earl y Blaze se van a vivir juntos, los oponentes de Earl utilizan esto para atacar su controvertido programa político, que incluía los derechos civiles de los negros en la década de 1950.


El guión se basa, eso sí, muy libremente, en el libro de memorias Blaze Starr! My Life as Told to Huey Perry, publicado en 1974, escrito por la propia Blaze Starr y Huey Perry, en el que se cuenta, entre otras cosas, la relación de Blaze con el gobernador Earl Long mientras ella actuaba en un club de Nueva Orleans. 
La auténtica Blaze Starr aparece en un cameo en el film, en el que figura en los créditos como consultora, por esta consultoría, obtuvo el cuatro por ciento de las ganancias de la película.


Newman da vida a este peculiar personaje con una interpretación algo histriónica que ya le hemos visto en alguna otra de sus películas, muy bien secundado por una tierna y a la vez explosiva Lolita Davidovich que le cuida y acompaña casi más como una madre o hermana que como una amante. Un personaje, el del gobernador, que es un verdadero animal político, de esos a los que se le da bien encandilar al personal y que están encantados de su apariencia de persona llana y sencilla que va dando palmaditas en la espalda y haciendo favorcillos con el dinero público. 
Pero bajo la superficie de comedia, con algunas escenas muy divertidas por cierto, encontramos también un retrato sin concesiones del mundo de la política: Populismo, mentiras, engaños, utilización interesada de los resortes del poder... Es cierto que todo ello con un punto de comicidad, que te lleva a la sonrisa, pero que resulta muy triste y te trae a la cabeza personajes que, como este, han sido reales y han estado en puestos de gobierno, que te llevan a pensar que tampoco los electores somos demasiado espabilados cuando ponemos a estos tipos al frente de nuestros destinos por el mero hecho de que son muy campechanos (¿a qué me suena esto?). Claro que, muchas veces, esto ocurre porque a los candidatos alternativos, tampoco hay por donde cogerlos.




4 comentarios:

  1. La vi hace mucho tiempo y sólo recuerdo a Pau Newman haciendo el ganso con las botas. Ron Shelton tiene alguna película deportiva que no está mal del todo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta faceta de Newman la hemos visto en alguno más de sus trabajos.

      Eliminar
  2. Paul Newman se embolsó la friolera de cinco millones de dólares por su papel en esta película.

    ResponderEliminar