viernes, 2 de octubre de 2020

ONWARD

 


En la tranquila ciudad de New Mushroomton habitada por criaturas fantásticas, el desgarbado estudiante de secundaria de dieciséis años, Ian Lightfoot, está a punto de descubrir que la magia todavía está viva cuando recibe, como presente para su cumpleaños, un extraño bastón de madera que su padre, muerto hace mucho tiempo, le entregó a su madre con el encargo de que se lo diera a sus hijos cuando ambos tuvieran más de 16 años. Ahora, Ian y su hermano mayor, Barley, quieren saber si pueden encontrarse de nuevo con su fallecido padre y pasar un día entero juntos; sin embargo, después de un intento fallido para aprovechar el poder del artefacto mágico, los hermanos Lightfoot tendrán que embarcarse en una búsqueda llena de peligros a espaldas de su madre. Pero, el tiempo se acaba, y en un mundo que ha olvidado cómo usar la magia, es más fácil decirlo que hacerlo.


Con muchas referencias de relatos conocidos, leídos o vistos en el cine, como El Señor de los Anillos, Harry Potter, Dragones y Mazmorras, Los Goonies, y otros muchos; para no parecer un mero refrito de todas estas historias, el guión trata de buscar su punto de originalidad en los dos protagonistas, dos elfos adolescentes, uno inteligente y apocado y su hermano metalero, temerario e imprudente. 
Como casi todos (o todos) los films de Pixar, tiene un fondo moral que va más allá del entendimiento de los niños y es tan válido o más para los adultos, en este caso el valor que resalta es el de reconocer la influencia, el amor y los cuidados que han derrochado con nosotros los más cercanos a quienes, precisamente por tener cerca, no reconocemos sus méritos que no nos hace falta ir a buscar en héroes o personajes lejanos o en figuras famosas a quienes ni siquiera conocemos.


Ambientada en un mundo de seres fantásticos humanizados, seguramente, en mi modesto parecer, no es, ni mucho menos, la mejor película de Pixar, es muy posible que, con el tiempo, ni siquiera figure entre las más recordadas, pero es que la factoría de animación ha puesto su listón tan alto que, lo que para otros sería la película de su vida, en este caso no pasa de ser un producto del montón (que hablando de la filial de Disney es mucho decir) a la que, eso sí, no faltan sus momentos de reconocible humor, acción trepidante y emotividad. 
Entretenida, divertida y muy agradecida para pasar un rato agradable.




2 comentarios:

  1. Es que en Pixar una vez que has visto los gestos y rasgos de un personaje, te das cuenta que es como un clon que van repitiendo en todas sus producciones.

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