jueves, 1 de octubre de 2020

UNA OBRA MAESTRA

 


El crítico de arte James Figueras (Claes Bang) se enamora de una turista estadounidense, Berenice Hollis (Elizabeth Debicki), tras asistir esta a una de las conferencias que da habitualmente para ganarse la vida. Ambos viajan al paradisíaco lago de Como para visitar a un poderoso coleccionista de arte llamado Joseph Cassidy (Mick Jagger). Este les revela que es el mecenas de Jerome Debney (Donald Sutherland) y les hace una extraña petición: robar a cualquier precio una de las obras maestras de Debney, un personaje solitario y enigmático. 
Figueras se verá consumido por su propia codicia e inseguridad mientras la operación se sale de control.


El guión se basa en una novela del mismo título del estadounidense Charles Willeford, conocido sobre todo por su serie de novelas protagonizadas por el detective Hoke Moseley.
Cuenta con el aliciente de ver en pantalla a Mick Jagger, tras mucho tiempo sin actuar y la siempre agradecida presencia de Donald Sutherland, con actuaciones que van más allá de un simple cameo, ya que sus papeles tienen bastante más recorrido del que suele ser habitual en estas colaboraciones de nombres conocidos que solo pretenden servir de reclamo al espectador. 
Estrenada justo una semana antes del inicio de la pandemia del Covid-19, la película sufrió el cierre generalizado de las salas de cine, pero en lugar de optar, como han hecho otras, por su lanzamiento en plataformas digitales, prefirieron esperar a la reapertura de los cines para continuar su exhibición.


La película comienza muy bien, con magníficas escenas que retratan el fraude que en ocasiones suponen los críticos o entendidos para mediatizar la opinión del público, capaces con sus juicios y valoraciones de hacer cambiar la percepción sobre un determinado producto artístico, en este caso un cuadro, pero que podría trasladarse a cualquier otro apartado de la cultura, haciendo ver méritos que no existen y que son fruto de intereses que nada tienen que ver con el verdadero valor del producto que nos están "vendiendo".
Sin embargo la película va perdiendo gas inmediatamente, metiéndose en diálogos pretendidamente brillantes pero que poco o nada aportan a la narración y decayendo bastante cuando se produce el giro que la convierte en una trama neonoir, para conducirnos a un final que no tienen nada de sorprendente y que resulta poco llamativo.




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