lunes, 25 de diciembre de 2017

LA ABADÍA DE NORTHANGEN

Catherine Morland (Felicity Jones) es una muchacha ingenua que vive obsesionada por las novelas góticas, en las que una joven dama queda a merced de un villano para ser rescatada en el último momento por su enamorado. Miembro de la numerosa familia de un modesto clérigo rural, su vida­ discurre apaciblemente en la campiña inglesa, donde se entrega con pasión a su distracción favorita: leer esas mencionadas novelas, llenas de pasadizos ocultos, mazmorras y misterios.
Durante su viaje a Bath, invitada por los  Allen, un matrimonio sin hijos, conoce a los Tilney, quiénes la invitan a pasar una temporada en la Abadía de Northanger pensando que es una rica heredera. Catherine soñaba con esta oportunidad de que se le presentara una aventura del tipo que ha estado leyendo en las novelas. Pronto presentada a la sociedad, conoce a Isabella Thorpe (Carey Mulligan) y su hermano John (William Beck), un buen amigo de su propio hermano, James (Hugh O'Conor). También conoce a Henry Tilney (JJ Feild), sin duda, un apuesto joven y su hermana, Eleanor (Catherine Walker). Mientras está en Northanger Abbey, tiene pensamientos románticos, pero pronto descubre que el estado, la clase y el dinero son igualmente importantes cuando se trata de asuntos del corazón.


Basada en la novela del mismo título de Jane Austen, una obra de la primera época de su autora. En principio concebida como una sátira de la novela gótica, va sin embargo más allá de este propósito y ofrece una pintura social rica y mordaz y una trama ingeniosa con sorpresas inesperadas.


El film, estrenado en 2007, es un producto de Granada Television destinado a su exhibición en la pequeña pantalla y en DVD.


Dignamente interpretada, con una Felicity Jones que se siente cómoda en su personaje de joven ingenua y de buen corazón, la película no logra abandonar su aspecto de telefilm, aunque traslada bastante bien la novela de Austen a la pantalla, logrando que el espectador capte parte de la ironía con que la autora inglesa sabía criticar a la sociedad de su tiempo y su estrictas normas.
Los escenarios de estudio, no son demasiado numerosos, repitiéndose a lo largo del film que logra mayor brillo en este aspecto cuando saca la cámara al exterior de la verde campiña inglesa, destacando el entorno y el majestuoso edificio, de lo que representa ser la Abadía que da título al film.
Como he comentado más arriba, bajo la excusa de la crítica a las novelas góticas y de una historia romántica bastante convencional, Austen y por ende la película, van más allá, poniendo en solfa a la encorsetada sociedad que aglutina a las clases acomodadas de la Inglaterra de la época. Los bailes, los paseos, las reuniones sociales, los viajes, las estancias en lugares de recreo y otras actividades de este tipo que vemos, nos acercan a aquellos convencionalismos, en los que la etiqueta y los modales preestablecidos denotan la hipocresía que rodeaba aquel mundo cerrado.
Entretenida, incluso divertida por momentos, a pesar de su previsible desarrollo.




4 comentarios:

  1. Un retrato de la sociedad inglesa de la época de Austen, y que gustan mucho leer a los británicos.

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    1. Los temas que aborda pueden gustar más o menos, pero de lo que no cabe duda es que era una gran escritora.

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  2. Me gustó, y describe muy bien lo que encerraba también, la hipocresía de aquella época.

    Salud Trecce.

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