lunes, 22 de mayo de 2017

EL PORTERO

Ramiro Forteza (Carmelo Gómez) es un portero de Primera División que ha jugado en el Real Madrid y a quien la Guerra Civil y los rigores de la posguerra han obligado a ganarse la vida yendo con una vieja camioneta de pueblo en pueblo retando a los aldeanos a que le intenten meter un gol de penalti a cambio de unas monedas. Sin embargo, su vida se complicará a partir de una noche en que llega a un pequeño pueblo asturiano y conoce a Manuela (Maribel Verdú), una joven madre soltera que que tiene un hijo de color y que sobrevive, entre otras cosas, cosiendo para Úrsula (Elvira Mínguez), la esposa del sargento de la Guardia Civil, que a su vez, está cansada de su marido y de sus ideas y que acabará engañándole con el médico del pueblo .
Las exhibiciones de Forteza y su relación con Manuela atraen la atención del sargento Andrade (Antonio Resines), que le hará una propuesta: Quiere llevar a cabo una competición entre la Guardía Civil y los habitantes del pueblo, que consistirá en que dos equipos de dos hombres cada uno, respresentando a los correspodientes contendientes, hagan una apuesta y lancen penaltis a Forteza, hasta que quede un vencedor. El cura del pueblo será el encargado de arbitrar tan peculiar competencia.


Basado en un cuento de Manuel Hidalgo, que es también el guionista junto a Gonzalo Suárez, que es a la vez, realizador del film.
La película se rodó en Asturias y el paisaje de mar y verde montaña, ofrece un agradable telón de fondo a la acción.
En el film se narra, por un lado, la relación entre Forteza y Manuela y, por otro, el enfrentamiento entre los maquis, con los que simpatiza todo el pueblo, y la Guardia Civil. Los veinte minutos finales de la película, que se corresponden con el enfrentamiento futbolístico, acaban siendo una representación de este enfrentamiento.


La película quiere tener sus momentos graciosos, pero la verdad es que no consigue hacer demasiada gracia.
Quiere ser una parábola de la España de la postguerra, con el enfrentamiento entre maquis y guardias, pero aquello se convierte más bien en una retahíla de tópicos.
Quiere ser más cosas, pero se queda en un relato amable, sin demasiada sustancia en el que todo se resuelve sin demasiadas estridencias.
Suárez estaba contento con haber hecho la película, yo creo que técnicamente está bastante bien, se nota mucho oficio en todos los participantes, actores incluídos y se ve con agrado. Afortunadamente el film dura lo que tiene que durar, porque no da para más, quizá ese sea su mejor acierto.




2 comentarios:

  1. Manuel Hidalgo es un buen articulista navarro y seguramente elaboro un un entretenido guión pero...........
    La España de las aldeas cuna diferente es de la que se vive en capitales grandes.

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