viernes, 5 de mayo de 2017

YERMA

Yerma (Aitana Sánchez-Gijón), es una mujer del campo andaluz, que lleva dos años casada con su esposo Juan (Juan Diego), pero no pueden concebir hijos y esto acaba por convertirse en una verdadera obsesión, pues para ella la maternidad es, no solo la culminación, sino la verdadera esencia de la vida de una mujer. Su esposo pasa mucho tiempo trabajando en el campo, especialmente de noche, y pone más esfuerzo en ganar dinero que en crear una familia. Yerma está convencida de que la poca pasión que Juan pone en sus relaciones es la verdadera causa de que el ansiado embarazo nunca llegue.
Al principio de su matrimonio, Yerma aún tiene la esperanza de que podrá tener hijos, pero los embarazos de sus amigas le provocan celos y tristeza.
De hecho, su amiga María (Mercedes Sanz-Bernal) le dice que es la única de todas las novias de su edad que aún no es madre. Un día en que va al campo a llevar la comida a su esposo, Yerma se encuentra con una Vieja (Irene Papas) que le pregunta si realmente le gusta su marido. Ella dice estar siempre dispuesta a tener relaciones con él, pero que sólo ha sentido el deseo verdadero con un joven que trabaja como pastor, Víctor (Jesús Cabrero), cuando apenas tenía 14 años y éste la cogió en sus brazos para saltar una acequia.
El guión de la película es de la propia realizadora del film, Pilar Távora y se basa en la obra teatral homónima de Federico García Lorca.


Estamos ante una película bien hecha, con una interesante selección musical basada en aires populares andaluces, llevada a cabo por la directora del film, con un vestuario diseñado por Victorio & Lucchino y con el señuelo de una actriz tan reputada como la griega Irene Papas en el reparto que encabezan Aitana Sánchez-Gijón, que sale airosa de la ocasión y Juan Diego, que intenta estar más contenido que en algunas otras de sus actuaciones. Es una especie de homenaje al poeta granadino en el centenario de su nacimiento.
Ver hoy día cualquiera de las tres grandes tragedias de Lorca (las otras dos son Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba ), sigue produciendo admiración en el espectador, parece increíble que sus textos y sus entornos sean tan modernos y que un hombre supiera penetrar de aquella forma en el sentimiento de algunas almas femeninas, no es solamente esa especie de sensibilidad de la que carecen otros y que se atribuye a algunos homosexuales, va más haya, este hombre tenía un don, por eso cada vez que me acerco a él a través de su obra, se me saltan las lágrimas pensando en la salvajada que hicieron segando una vida que a saber lo que nos podía haber regalado aún de haber tenido la posibilidad de seguir con su obra. ¡Una tragedia! Además de a un hombre mataron la cultura y la sensibilidad de uno de los mejores.
El texto de Lorca, la simbología que emplea y ese retrato que hace él de mujeres oprimidas pero fuertes, valientes y seguras de sí mismas, es tan potente que buena parte del trabajo de Távora, sus esfuerzos por ofrece un envoltorio digno a la tragedia que escribió Federico, quedan totalmente eclipsados y nos parece una nadería lo que en otra película hubiera sido digno de mayor aplauso.
Incluso el gran trabajo de Aitana, se oscurece cuando pensamos en que esta obra ha sido representada por mujeres cuyo nombre, al pronunciarlo, nos empuja a una reverencia: Margarita Xirgu y Núria Espert.




4 comentarios:

  1. Excelente explicación sobre YERMA y sobre su autor al que homenajeas como merecía.

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    1. Todo lo que diga se queda corto, como la adaptación de Távora.

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  2. Ya se barruntaba lo de los vientres de alquiler.

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    1. El problema de esta era la poca dedicación del marido. Como le dice su amigo Víctor: Dile a Juan que ahonde.

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