martes, 2 de mayo de 2017

LOS PANZERS DE LA MUERTE

Si había un autor imprescindible en los estantes de librerías y kioscos de los años 60 y 70, era Sven Hassel, seudónimo con el que firmaba el escritor danés Børge Willy Redsted Pedersen que, por cierto, desde 1964, hasta su fallecimiento en 2012, fijó su residencia en Barcelona y adquirió la ciudadanía española.
En 1953, escribió un libro, "La legión de los condenados", que alcanzó un éxito fulgurante, animado por el cual, Hassel siguió escribiendo libros ambientados en la II Guerra Mundial que se convierten en un homenaje a sus compañeros, casi todos muertos o desaparecidos, pero al tiempo en una peculiar visión de la guerra desde un punto de vista poco frecuente, como es el de los vencidos.
Hassel había emigrado a Alemania en 1930, a los 14 años, empujado por la crisis económica. Allí encontró trabajo en la marina mercante y años después se enroló en el ejército alemán, viéndose obligado a nacionalizarse para poder seguir en sus filas. Participó en la invasión de Polonia y en las campañas de Francia, Yugoslavia, Grecia y la Unión Soviética, para al final acabar rindiéndose al ejército soviético en Berlín. Convertido en prisionero de guerra, sería liberado en 1949.
Es cierto que esta biografía ha sido puesta en duda más de una vez, de hecho, el polémico periodista ultraderechista danés Erik Haaest (que ha negado la existencia de las cámaras de gas o la autenticidad del diario de Anna Frank), ha acusado a Hassel de no haber pisado nunca un frente en la guerra y de ser un simple colaborador de la policía danesa durante la ocupación nazi y que todas sus historias se basan en relatos escuchados a antiguos miembros de las Waffen SS escandinavas.
Lo que sí es más que dudoso es el rigor histórico de sus escritos, pues aunque parecen relatos autobiográficos, resulta raro que estuviera en todos los frentes excepto el de África (aunque es perfectamente posible) y las unidades de que habla en ellos, no se corresponden con sus descripciones, por ejemplo el Regimiento 27 de ejército alemán no era un batallón de castigo y los tanques "Tiger" que en esta novela que comentamos dice que eran conducidos por ellos, desde luego nunca fueron entregados a batallones de castigo, sino que estaban vinculados a unidades de élite. En general, los profesionales, nunca han considerado sus historias como auténticas.
Pero bueno, hechas estas salvedades, lo que sí está claro es que las novelas de Hassel, lograron que los lectores alemanes comenzaran a leer sobre un tema que era tabú.
Los libros de Hassel están poblados de estrictos oficiales prusianos y de fanáticos soldados fieles al führer, pero también de los entrañables compañeros de Hassel (Hermanito, Porta, El Legionario...), personas que se encuentran en medio del infierno bélico sin saber muy bien cómo han acabado allí, que desde su batallón disciplinario odian al nazismo, viéndose obligados a combatir y a morir por unas ideas en las que no creen.
En esta novela, como ocurre en otras del autor, vemos reflejado lo absurdo de la guerra, con la locura apoderándose de quienes en ella participan, sacando a relucir lo peor y lo mejor de cada uno de ellos, capaces de matar a gente que saben inocente y de enternecerse con otros. Hay un pasaje en ella, en la que ayudan a nacer a dos gemelas en medio de la estepa rusa y las meten en el tanque junto a su madre moribunda tratando por todos los medios de conseguir comida para ellas y cuidados médicos para la madre, mientras las cadenas del tanque despanzurran sin compasión a los refugiados que intentan subirse a él para huir de la guerra.
Y es que las novelas de Hassel son una buena combinación de reflexiones sobre la crueldad de hacer elegir al ser humano entre morir o matar y de aventura bélicas. Un magnífico entretenimiento.



6 comentarios:

  1. En mi juventud me lo pasé pipa leyendo las novelas de Sven Hassel porque eran muy entretenidas y de mucha acción.
    Nunca pensé que fuera un danés ni que sus historias fueran verdaderas. Las leía como se leían las novelas del Oeste escritas por Stefania, otro que hablaba de Texas o Dakota como si hubiera nacido allí y nunca había salido de su pueblo en España.

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    1. Libros atractivos y dinámicos, la prueba es que fueron auténticos best sellers.

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  2. Es verdad, me pilló muy cría y no me dio por ellas, pero estaban hasta en la sopa, también sonaba bastante un tal Keith Luger en el género del Oeste.

    Saludos.

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    1. En España, las mayores ventas se produjeron entre los títulos editados en la colección "Reno", de "Plaza&Janés", con aquellas portadas tan llamativas.

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  3. Me los leía todos cuando era algo más joven (bueno, mucho más joven jajaja). La ironía de Porta, el hombretón que era "Hermanito", fueron personajes que se han quedado en la memoria para siempre.
    Saludos y gracias por recordarme estas novelas.

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  4. Acababa uno considerándolos como viejos camaradas.

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