miércoles, 24 de junio de 2015

LA VUELTA AL MUNDO EN 80 DÍAS

Phileas Fogg (David Niven), miembro del exclusivo Reform-Club, al que acude diariamente, hombre de costumbres metódicas hasta la exageración y del que nadie conoce absolutamente nada de su pasado, defiende ante sus colegas que es posible dar la vuelta al mundo en 80 días, incluyendo posibles imprevistos que ya ha calculado, por lo que no duda en aceptar la apuesta en contra que le hacen.
Inmediatamente se prepara para partir, vía Dover, acompañado de Picaporte (Cantinflas), el nuevo ayuda de cámara que ha contratado, un tipo peculiar que le ayudará en las diversas peripecias que le esperan en tan largo y complicado viaje.
El guión se basa en la novela del mismo nombre escrita por Julio Verne, sin duda, uno de los mejores relatos de aventuras jamás escrito, porque en él se concitan todos los ingredientes de una buena novela de este tipo. A la hora de trasladarla a la pantalla, el resultado es desigual, con buenos momentos y algunos pasajes y personajes que, por contra, quedan más desdibujados pero, en general, es un buen intento y para muchos es la adaptación más conseguida de cuantas se han hecho hasta la fecha.


La película pasará a la historia, entre otras razones, por la gran cantidad de actores, unos más conocidos que otros, que realizan pequeñas colaboraciones, de hecho, esta película fue la que dio origen al término cameo. Uno de los entretenimientos del film, es ir descubriendo a esos personajes que van apareciendo, alguno de ellos interpretando un pequeño homenaje a alguna película suya que ha sido famosa, cual es el caso de Marlene Dietrich ataviada como en El ángel azul, o Buster Keaton en un entrañable homenaje a su film "El maquinista de la general", pero son muchos otros los que aparecen, entre ellos, John Gielgud, Trevor Howard, Peter Lorre, John Carradine, Frank Sinatra, Fernandel o el torero español Luis Miguel Dominguín.
El film cuenta con una soberbia fotografía, con paisajes de los lugares por donde transcurre el film a los que hoy, con la saturación que tenemos de documentales de calidad, no damos importancia, pero que son de una factura técnica y estética maravillosa.


Con dos interpretaciones descollantes, las de los dos protagonistas, un David Niven que siempre manifestó que este era su personaje preferido de cuantos interpretó y Mario Moreno que demuestra que puede estar a la altura de cualquier estrella de Hollywood sin desmerecer lo más mínimo, sino todo lo contrario.
Le película pierde parte de la fuerza que tiene el relato original de Verne porque incluso lo ha perdido la novela misma debido a que todos sabemos de qué va y ese final maravilloso, esa vuelta de tuerca que supone el darse cuenta a última hora de que han ganado un día al ir viajando hacia oriente, no tiene la potencia que debió tener en el relato primigenio.
De cualquier manera estamos ante un buena película de aventuras, a pesar de los tópicos y de la presentación que hacen al principio, que me parece que está de sobra y todo ello, culminado por los títulos de crédito del gran Saul Bass y envuelto en la magnífica partitura de Victor Young.




4 comentarios:

  1. Me gustó; la he visto varias veces, y me parece más que entretenida.

    Saludos Trecce.

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    1. Entretenida es, no en vano se basa en una de las mejores novelas de aventuras.

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  2. Aunque no es una maravilla de película, sino más bien un documental sobre los países por donde deambulo Fogg, hay que verla con ojos inocente de niño chico. Entonces, funciona.

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    1. Muy difícil es verla con ojos de nadie cuando uno recuerda la novela, pero bueno.

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