viernes, 21 de marzo de 2014

K-19: THE WIDOWMAKER

En 1961, el mundo se hallaba en el comienza de los momentos más álgidos de la llamada "Guerra Fría" (valga el contrasentido), la Unión Soviética disponía de un arsenal nuclear capaz de destruir dos veces el planeta y los EE.UU., por su parte, tenían en su poder armamento para destruirlo diez veces.
Los norteamericanos habían desplegado submarinos nucleares que tenían a tiro ciudades como Leningrado o la misma Moscú, por lo que las autoridades soviéticas pensaban que la única manera de prevenir un ataque era disponer de medios que hicieran pensar a los americanos en la posibilidad cierta de una pronta respuesta.
Los rusos estaban construyendo un submarino dotado con misiles balísticos atómicos desde hacía más de dos años, pero todas estas circunstancias hicieron que las autoridades aceleraran el proceso de construcción, lo que afectaba al equipamiento y a la seguridad futura de la nave, algo que es puesto en evidencia por su comandante, el capitán Mikhail Polenin (Liam Neeson). En lugar de una advertencia para evitar accidentes indeseados, sus superiores toman la actitud de Polenin como deslealtad al partido y le relevan del mando, aunque continuará como segundo de a bordo. Su puesto será ocupado por el capitán Alexei Vostrikov (Harrison Ford), que no consigue acabar de hacerse con el cariño y respeto de la tripulación, buena parte de la cual, sigue considerando a Polenin como su capitán.


Basada en hechos reales, buena parte de los cuales son reflejados en el guión, aunque otros son interpretados a la manera hollywoodense y algunos otros más, inventados o muy alterados, sobre todo los que se refieren a los enfrentamientos entre el antiguo y el nuevo capitán y el intento de sedición de una parte de la tripulación, lo que provocó la protesta escrita de los antiguos tripulantes de la nave.


Muy bien ambientada y recreado a la perfección el interior del submarino. Las dificultades de rodaje en espacios tan reducidos, las podemos suponer, solucionarlas, supuso todo un despliegue de imaginación por parte del equipo técnico.
La atmósfera tan peculiar que este tipo de espacios procura, está muy bien conseguida.


Magnífico el duelo interpretativo entre Neeson y Ford, que centra buena parte del interés de la película, con sus enfrentamientos por las distintas visiones a la hora de encarar los problemas y el trato con la tripulación, pero con el triunfo final de la camaradería y el respeto a la jerarquía. 
Es muy interesante la evolución del personaje de Harrison Ford, un hombre que siente el rechazo de parte de la tripulación por su manera de haber llegado al mando (aunque él no tenga la culpa), que trata de ganarse el respeto y la obediencia de su gente por medio de una férrea disciplina y una obediencia ciega a las instrucciones del mando, hasta que se da cuenta, cuando llegan los difíciles momentos del accidente, que deben ser tratados más como miembros de una familia que como subordinados.


La película logra mantener la tensión y el interés en todo momento y creo que está en la línea de los grandes films sobre submarinos (La caza del octubre rojo o Das boot, por ejemplo).
Kathryn Bigelow, nos habla en su película, no de unos rusos malos que desean acabar con la paz mundial, ese demoniaco enemigo comunista, sino de unos hombres obligados a convivir, cuya supervivencia está ligada a la del compañero y que son capaces de sacrificar su propia existencia en pro del deber, sí, pero también, y sobre todo, por lealtad a sus camaradas de tripulación. Ello no impide que la crítica al oscurantismo del régimen y a la ineptitud de sus dirigentes, esté presente en todo el film.





6 comentarios:

  1. Me pareció una película bastante interesante.

    Saludos Trecce.

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    1. Aunque tiene sus "peros", en general, a mí me ha gustado.

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  2. Pues no la he visto pero en general aunque las pelis de submarinos pueden parecer aburridas a priori son muy entretenidas, la del Octubre Rojo me encantó y lo mismo Marea Roja de Gene Hackman.

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    1. Pues ésta va en la misma línea, contando un episodio que permaneció oculto durante 28 años. A los ruskis no les gustaba airear sus fracasos.

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  3. No conozco esta película, que por lo que dices es francamente interesante, pero el argumento me lleva a pensar en lo acertado de la máxima latina "si vis pacem, para bellum", O aquella otra de del escritor romano Vegecio: "gitur qui desiderat pacem, praeparet bellum"

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    1. Sólo que los soviéticos preparaban la paz de una manera peculiar. La construcción y el despliegue del submarino costó muchas vidas y a punto estuvo de causar una catástrofe nuclear que, dadas las tensiones del momento, bien pudo haber tenido consecuencias más graves si los norteamericanos lo hubieran tomado como un ataque y enviarnos a todos al otro barrio.

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