lunes, 29 de octubre de 2012

UN MUNDO DE FANTASÍA (WILLY WONKA AND THE CHOCOLATE FACTORY)

Charlie Bucket, es un niño de buen corazón, huérfano de padre, que vive con su madre en precaria situación económica.
En la casa viven con ellos los cuatro abuelos, que ocupan una gran cama situada en el centro de la estancia principal, pues desde hace muchos años, nunca se levantan y allí hacen toda su vida.
El excéntrico Willy Wonka es el dueño de una misteriosa fábrica de chocolate, de donde nadie entra o sale desde que hace unos cuantos años decidió cerrar sus puertas a los visitantes, pues sus empleados no hacían sino robarle sus fórmulas para venderlas a la competencia.
Un buen día decide poner en marcha un concurso, escondiendo en cinco de sus tabletas de chocolate, cinco tarjetas doradas que darán opción a los cinco niños que las encuentren a visitar la fábrica y a recibir chocolate durante el resto de sus vidas. Charlie será uno de los afortunados...



La película, dirigida por Mel Stuart, se basa en un estupendo cuento de Roald Dahl y el guión es del propio autor del relato.


Dentro del variado reparto, destaca la actuación de Gene Wilder, un trabajo de altura, de los mejores papeles que ha conseguido, representando a Willy Wonka, sabiendo transmitir a la perfección esa apariencia de chifladura que hace que sus acompañantes en la visita a la fábrica, nunca sepan si habla en serio o les está sometiendo a alguna de sus peculiares pruebas.


A pesar de su apariencia de película para niños (que lo es), tiene una carga humorística que no deja de tener cierta acidez y que hace que los mayores la veamos con gusto y la disfrutemos. La historia está bien narrada y, como buen cuento, tiene su moraleja y su final feliz, además de la suficiente dosis de intriga y humor que nos engancha a ella rápidamente.


La música en general y las canciones en particular, no me han parecido gran cosa, salvo la pegadiza que interpretan los Oompa-Loompa, los pequeños obreros que trabajan en la fábrica de dulces y que, esa sí, resulta alegre y contagiosa.


Imposible no recordar, al ver el film, el remake que hizo Tim Burton. Yo personalmente, creo que no aporta nada nuevo en cuanto a la historia, sí a las formas, no en vano más de treinta años separan a ambas, pero aunque pueda parecer antigua, la película de Mel Stuart sigue conservando toda su magia y está llena de color y fantasía, sin tener nada que envidiar a la versión de Tim Burton.
De todas maneras no quiero caer en el menosprecio a la obra de Burton, todo lo contrario, me lo imagino de niño viendo este film y quedando tan enamorado de él, que no pudo sustraerse a rendirle su homenaje haciendo una nueva versión, dejando ese sello tan propio con el que nos hace partícipes de su imaginario.




2 comentarios:

  1. Cuando estrenó su Fabrica Tim Burton ya dijo que revisitaba escenarios y fantasías de su infancia

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    1. Hay que reconocer la honestidad de Burton. Yo ya he dicho que me lo imagino de crío viendo la peli y quedando fascinado por ella.

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