viernes, 1 de julio de 2011

INFIERNO EN EL PACÍFICO

Una isla en medio del pacífico. Dos únicas personas en su superficie, ambos combatientes, uno norteamericano y otro japonés. Cada cual ha llegado por su lado, suponemos (en el caso del yankee, lo sabemos) que sobreviviendo a alguna escaramuza bélica. Ambos toman contacto, son enemigos y como tales se relacionan, aunque el aislamiento y la precariedad de sus vidas, hace que esta relación se vaya tornando más humana y colaboren para poder escapar de su aislamiento.
Así de sencillo es el argumento y eso es lo que hace grande a esta peli, que de algo tan sumamente liviano, salgan casi dos horas de buen cine que no aburre, sino todo lo contrario y que la sensación que logra dejarnos al final es la de que no ha sido tiempo perdido.
Argumento intemporal, ya que estos enemigos podemos trasladarlos a cualquier época y a cualquier conflicto; un cierto trasfondo antibelicista que, sin embargo, la cinta no acaba de explotar y el gusto por la naturaleza, hacen que la peli se vea en nuestra época, sin que haya perdido un ápice de la frescura original.


La película es un duelo interpretativo entre dos grandes de la pantalla, Lee Marvin y Toshirô Mifune. Ese es todo el reparto, ni siquiera un figurante asomando en la lejanía.
Sin duda una arriesgada apuesta y todo un logro al ver el resultado y más cuando vemos que cada cual habla en su idioma original. Entendemos lo que dice Marvin, pero para el caso la podían haber dejado sin doblar, no hace falta entender lo que dicen, porque lo sabemos, lo imaginamos. La lección gestual es magnífica y el duelo en la playa, casi al comienzo, una de sus escenas más logradas.


Conrad Hall, al frente de la fotografía, logra sacar partido del caramelo en dulce que es el paisaje del mar y de la isla, una apoteosis visual que se complementa con el buen acompañamiento musical, esta vez obra de un clásico de la música fílmica, Lalo Schifrin.


Un buen relato sobre lo absurdo de las guerras, que quizá va perdiendo un poco conforme avanza, hasta llegar a un final un tanto decepcionante.
En cualquier caso, magnífica peli, muy plástica y con dos monstruos de la escena, que se meriendan la pantalla.




4 comentarios:

  1. La precaria condición humana. El absurdo duelo a garrotazos goyesco. Sentarse y mirarse a los ojos, aunque los idiomas sean diferentes. Pero la violencia y el odio prevaleciendo por encima de todo. Mifune es un grande olvidado.

    ResponderEliminar
  2. No he visto esta película, pero por lo que dices debe ser magnífica. Los actores, eso sí, son de primera fila. Habrá que hacerse con ella

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Una buena peli, José Luis, quizá un final un tanto decepcionante, pero un buen film de los que uno no se arrepiente de ver.

    ResponderEliminar