Cuando vi esta peli me quedó un sabor agridulce, por un lado me pareció estar viendo algo distinto, vamos que no era una peli del montón, pero por otro, la sensación de que al producto le faltaban aliños varios para alcanzar altura.
Con el tiempo, cuando he ido conociendo algo más la filmografía del neoyorkino, me doy cuenta de algo de lo que hemos hablado aquí de forma repetida, al punto de que me parece que me vuelvo cansino: El film no tiene pretensiones.
Con este adjetivo tan inconcreto no quiero ser peyorativo, es la manera que tiene Allen de acercarse a estos asuntos en los que homenajea algún aspecto que a él le resulta atractivo. No pretende hacer una obra de esas que pasen a la posteridad, sino hacer algo que resulte entretenido y a ser posible divertido, pero cuidando las formas.
Por eso digo que lo de "sin pretensiones", no pretende ser peyorativo, porque si consideramos los diversos componentes del film (fotografía, producción, ambientación...) nos encontramos con algo muy hecho.
Con el tiempo, cuando he ido conociendo algo más la filmografía del neoyorkino, me doy cuenta de algo de lo que hemos hablado aquí de forma repetida, al punto de que me parece que me vuelvo cansino: El film no tiene pretensiones.
Con este adjetivo tan inconcreto no quiero ser peyorativo, es la manera que tiene Allen de acercarse a estos asuntos en los que homenajea algún aspecto que a él le resulta atractivo. No pretende hacer una obra de esas que pasen a la posteridad, sino hacer algo que resulte entretenido y a ser posible divertido, pero cuidando las formas.
Por eso digo que lo de "sin pretensiones", no pretende ser peyorativo, porque si consideramos los diversos componentes del film (fotografía, producción, ambientación...) nos encontramos con algo muy hecho.
Y es que hay aspectos que están cuidados hasta el extremo, en buena parte por el oficio que han ido adquiriendo con los años él y sus colaboradores.
Así que nos encontramos con una peli que, como es casi constante en sus films, tiene una cuidada selección musical, pero también una iluminación que nos enamora, lo mismo que la ambientación y la puesta en escena, en todo momento nos retrotraen a los míticos filmes de los años 40, películas de temática policiaca, con aquellas grandes estrellas del momento (Lauren Bacall, Barbara Stanwick...), a las que rinde un sentido homenaje.
La peli está claro que no es de las mejores de Allen, pero sin embargo conserva ese trepidante ritmo que sabe imprimirle y que, aún siendo previsible en muchos momentos y en otros poco o nada creíble, nos gana para lo que él quiere ganarnos que es el duelo entre la pareja protagonista y que, a la postre, es lo que sostiene la película.
Y es que puede haber algo menos creíble que un tipo como Woody, haciendo de sí mismo, con sus neurosis, su egolatría, su aparente endeblez física y que se nos pretenda colar como una especie de Philip Marlowe... Sin embargo, Allen construye un híbrido entre el detéctive clásico de novela negra y su propio alter ego, resultando un tipo muy divertido.
Y qué decir de Ellen Hunt, está grandiosa, en ese papel de mujer que arrasa y pasa por encima al hombre que se la ponga delante, como he leído en algún lado, en esa línea que marcó en su momento Katherine Hepburn.
Y, por fin, Charlize Theron, la que parecía estaba llamada a ser la nueva musa de Allen, haciendo aquí de femme fatale, pero con una naturalidad que hace el personaje también muy divertido y en cuyo papel podemos seguir viendo guiños al cine de mitad de siglo y que no sé qué les ocurrirá a los demás, pero yo no puedo menos que ver a una especie de Veronica Lake rediviva.
No arrancará carcajadas (bueno, alguna quizá es irremediable), pero la sonrisa no se te va de la cara durante toda la peli.
Y unos diálogos, tanto entre Allen y Hunt, como entre Allen y Theron, de lo más divertidos e ingeniosos.
Para pasar un buen rato.
Pues hay una secuencia de Allen sin palabras con la hunt, tras unos cristales, impresionate. Es irregular y a ratos no te la crees, pero a ratos, as usual, brillante y con diálogos y escenas memorables
ResponderEliminarAlgunos diálogos de la pareja protagonista son desternillantes, pero no es una de las grandes pelis del director.
ResponderEliminarDesde luego que no es la mejor peli de Allen. Sin pretensiones, por supuesto. Helen Hunt es que es muy buena actriz, la verdad, pero Allen debería haber elegido a alguien que hiciera su papel. Una se acuerda de Balas sobre Broadway, por ejemplo, y ni punto de comparación. Es una pena que este hombre se empeñe en hacer una peli anual en vez de pensárselo mejor y construir algo más completo y selectivo. Porque su talento es indudable pero demasiado repetitivo y a veces, fallido. Pero tu entrada está muy bien, Trecce.
ResponderEliminarEn general, las pelis de este hombre van decayendo a medida que pasa el tiempo, las últimas dejan qué desear con respecto a sus films anteriores.
ResponderEliminarMe acordé de Wilder (Baxter-El apartamento, del cine negro de los años 40, de las mujeres fatales.
ResponderEliminar-Charlize Théron-¿Le pone a cien acariciar zapatos?
-Allen- No. De vez en cuando acariciar a la mujer entera. (O algo asi).. y ésta
¿Cuándo vas a quitarte la gabardina? En este apartamento hace más de veinte años que no llueve. Me pareció una muy buena película. Un saludo
Algunos de los diálogos de Allen tanto con Hellen Hunt, como con Charlize Theron, son desternillantes, de lo mejor de la peli.
ResponderEliminarExcelente producción, el reparto, música y contexto que presenta, hacen de esta película una historia donde se puede disfrutar de la hipnosis, un tema que no es muy común de ver en producciones de cine. Hoy en día por ejemplo el estreno de HBO, la serie El Hipnotizador, pero eso ya es otro tema. La Maldición del Escorpión de Jade, presenta una historia que te llevará de la mano en cada escena y que sin duda vale la pena ver.
ResponderEliminarEs cierto, hay que verla, pero creo que con una vez es suficiente.
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