Andrea Zaccardi (Pietro Germi), empleado de una empresa metalúrgica, se ve obligado a enviar a su hijo pequeño, Giulio (Edoardo Nevola), a la costa debido a una grave enfermedad. Luisa (Luisa Della Noce), la madre del niño, lo acompaña en este viaje a Fiumicino. Andrea pasa la semana esperando reunirse con su familia los sábados y domingos, cuando conoce a Rita Fabiani (Franca Bettoia) y se deja llevar por la pasión. El regreso de Luisa y Giulio tendrá graves consecuencias.
El argumento parece conducir a un melodrama lacrimógeno clásico, con una trama similar a la de tantas otras películas, pero Pietro Germi consigue equilibrar los sentimientos contradictorios de este hombre que se embarca en una aventura extramatrimonial, pero al mismo tiempo, cuando es consciente de que se ha vuelto demasiado seria, intenta acabar con ella, anteponiendo la seguridad y el cariño de su familia a los sentimientos desbordados de la pasión. Lo que sucede es que, cuando hay una aventura fuera del matrimonio, a pesar de que parezca que las aguas han vuelto a su cauce, nada vuelve a ser igual que antes.
Drama sentimental sombrío, sobre los peligros del amor y sus inevitables consecuencias en que se contraponen las dos posibilidades que se ofrecen al protagonista: La comodidad de retomar su vida familiar o romper con todo y vivir el amor que nunca encontró con su esposa. Claro está que llegan los miedos y la opción cómoda parece que será la elegida, ¿pero qué ocurre con la otra persona?




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