viernes, 22 de octubre de 2021

HORIZONTES LEJANOS

 

Glyn McLyntock (James Stewart) dirige una caravana de colonos desde Missouri hasta las fértiles tierras de Oregón, donde piensa fundar una colonia. En el camino se encuentra con unos hombres que pretenden linchar a Emerson Cole (Arthur Kennedy) por haberles robado un caballo y lo salva cuando ya tenía la soga al cuello. Ambos hombres han oído hablar uno del otro debido a que comparten un turbio pasado como pistoleros en la frontera de Missouri. Entre ellos nace una cierta amistad no exenta de desconfianza y Cole acompaña a su salvador uniéndose de manera circunstancial a la caravana. 
Tras llegar a sus nuevas tierras, los colonos tienen un problema de abastecimiento para sobrevivir durante el invierno, hasta que la llegada de la primavera les proporcione los primeros frutos de lo que han plantado, así que Glyn se dirige a Portland  a buscar las provisiones que previamente habían comprado y que el hombre que se las vendió no quiere entregarles porque su precio ha subido muchísimo debido a la llegada de gran número de mineros ante la llamada del oro que han encontrado en los alrededores. Glyn consigue embarcar los suministros y emprender el viaje de regreso al asentamiento río arriba, pero Cole, que le ha ayudado hasta entonces, organiza un motín para desviar los suministros al campamento minero y obtener una buena ganancia.


El guión se basa en la novela Bend of the Snake, de William Gulick.
Dirigida por Anthony Mann, cuenta con un plantel de buenos secundarios, entre ellos Julia Adams o Rock Hudson, en uno de sus primeros papeles. El espectador se beneficia del magnífico duelo interpretativo que protagonizan James Stewart y Arthur Kennedy. El film cuenta con muchos de los ingredientes de los westerns clásicos: Carretas con la rueda que rompe contra una piedra y hay que cambiar a puro músculo; emboscada de los indios; tiroteos; persecuciones; duelos personales a vida o muerte; partida de poker con trampas y desenfundar de armas; buscadores de oro... 


Pero bajo toda esa parafernalia típica de los films del oeste, esos que ya no se hacen (al menos no se hacen así) y que nos hacían salir del cine cuando niños soñando con ser vaqueros, encontramos esas otras cosas que hacen a un film diferente y que nos llevan a descubrir que al frente está un gran director. Lecciones de vida, como la transformación personal que vivimos en el personaje de Glyn McLyntock, una excepción a la teoría de las manzanas podridas y lo difícil que resulta rehabilitarse cuando se ha estado en el lado equivocado. Contemplamos la lucha entre el bien y el mal, entre lo moral y lo inmoral, entre sucumbir a la tentación del dinero fácil o buscar la recompensa más a largo plazo de una vida honrada basada en el trabajo y no en la especulación; la contraposición entre la corrupta ciudad plagada de tahúres, buscavidas y pistoleros y el futuro que espera a los honrados colonos en las ricas tierras del Alto Oregón. Todo ello envuelto en ese maravilloso aroma de aventura, la llamativa variedad de personajes representativos, unos exteriores bellamente fotografiados y unas interpretaciones de gran nivel que hacen de ella una de esas películas inolvidables, con escenas y situaciones de las que quedan para siempre en la memoria de los amantes del género y de quienes disfrutan del buen cine. 
Por cierto, "Nunca debimos abandonar el Mississippi" (Sí, esa frase mítica, también es de este film).




10 comentarios:

  1. ¡Adoro esta peli! A veces, cuando me iba con amigas o con mi hermana a algún sitio que luego me decepcionaba decía la frase cambiando Mississippi por Gijón, aunque solo mi hermana sabía a lo que me refería,jejejeje.
    Muchas gracias por la reseña y feliz finde.

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  2. Hola Trecce!
    Me encanta esta película, la tengo fresca de una de esas madrugadas que es cuando mas las disfruto.
    Pues si, no se si para bien o para mal pero una película como esta difícilmente se rodaría hoy. Últimamente he visto alguna cosa que se supone del genero pero que resultan como una especie de fusión con vete tu a saber que.
    Saludos!

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    1. Como bien dices, para bien o para mal, el tiempo del western clásico, parece que ya quedó atrás.

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  3. Durante el confinamiento revisé y comenté unas cuantas películas de Anthony Mann, aunque ésta me quedó pendiente. Sin duda, una obra maestra.

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  4. Una de las cosas que me gusta del Western, son sus personajes y los paisajes. Y esta cinta, es una de las mejores del género.

    Buen día.

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    1. Pues es cierto, paisajes maravillosos y unos personajes sin desperdicio y muy bien perfilados e interpretados.

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  5. Anda que no tuvieron que provocar muertes y heridas de todo tipo esas carretas.

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