martes, 18 de mayo de 2021

VIAJES DE ALÍ BEY

 

Es realmente curiosa la personalidad de Domingo Badía y Leblich, nacido en Barcelona en 1767, quien con la ayuda de Godoy, realizó su fantástico proyecto de viajar por el mundo musulmán fingiendo ser un príncipe abasida llamado Alí Bey el Abassí. 
Conocedor del árabe, previamente circuncidado y vistiendo ricas ropas musulmanas, Domingo Badía, o sea Alí Bey, emprendió su viaje desde Tarifa en abril de 1803. Su gran habilidad, sus notables conocimientos científicos, su simpatía y su sangre fría, le hicieron triunfar en su aventura y, por todas partes, fue recibido y honrado como si realmente se tratara de un príncipe mahometano.
A través de Marruecos, Argelia, Trípoli y llegando hasta La Meca, Palestina, Siria y Turquía, terminó el viaje en 1807; pero desgraciadamente, cuando llegó a España dispuesto a poner al servicio de la nación sus experiencias y, sobre todo, sus impresiones para desarrollar una eficaz política exterior en países musulmanes, se encontró con los inicios de la Guerra de la Independencia.
Ni Carlos IV, ni Fernando VII, con los que se entrevistó en Bayona, le hicieron el menor caso, incluso le recomendaron que prestara sus servicios a Napoleón. Éste, en efecto, comprendió el gran valor de la experiencia de Badía y lo puso a disposición de su hermano José, rey intruso de España. Debido a ello, Badía tuvo que emigrar acabada la ocupación francesa y pasó a residir en Francia. Posteriormente realizó un nuevo viaje a Oriente en el transcurso del cual murió en Damasco en 1822.
Este interesante libro sobre su viaje de 1803-1807, del que hoy hablamos, se publicó en francés en 1814, obteniendo un extraordinario éxito y mereciendo varias traducciones, no cabiendo duda alguna que con él contribuyó a que otros exploradores y científicos europeos posteriores se iniciaran en el deseo de conocer tan lejanas tierras y culturas. El encargo de Godoy tenía unos objetivos científicos y políticos muy concretos, pero en esta obra, Ali Bey, como buen ilustrado y con una amplia cultura, realiza numerosas observaciones de carácter científico sobre botánica, astronomía, geografía o zoología, todo ello acompañado de ilustrativos dibujos realizados por él mismo.  



8 comentarios:

  1. ¡Dios mío! ... ¡Cómo es posible que yo ignorara a tan gran aventurero! Ni idea de que existía. Gracias por este post. Y te cuento que voy a tomar este post para divulgarlo en mi wasath y mi telegram.

    ResponderEliminar
  2. Nuestro Lawrence de Arabia. No entiendo como todavía no hay ninguna película sobre este personaje.
    Saludos!
    Borgo.

    ResponderEliminar
  3. Hoy se le llamaría "espía" o "doble agente" y acabaría siendo torturado en Guantánamo o ejecutado por Al Qaeda. Sin embargo, estas personalidades decimonónicas nos han llegado envueltas en una idealización romántica tan sugerente como irreal.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De cualquier modo era gente peculiar. Si tenemos en cuenta la época, atreverse a sumergirse en aquellas culturas sin amparo alguno era jugarse la vida literalmente.

      Eliminar
  4. Desconocía la historia de este atrevido personaje. Y tanto Carlos IV como Fernando VII se comportaron como era previsible en esos monarcas tan nefastos. Trataré de hacerme con un ejemplar

    ResponderEliminar