lunes, 16 de septiembre de 2019

LA VIUDA INDOMABLE

Comitini 1922. Angelo Paternó es asesinado a sangre fría, en su propio domicilio y en presencia de su esposa embarazada, por orden de Vito Acicatena (Turi Ferro). En la ciudad todos lo saben, sin embargo, nadie tiene el coraje de testificar contra Acicatena en el juicio y el tribunal decreta que Angelo Paternó fue asesinado por unos desconocidos y se cierra el caso.
La joven viuda, Titina Paternó (Sophia Loren), pierde el hijo que esperaba y vive consumida por su sed de venganza contra el asesino de su esposo. Meses después, Rosario Maria Spallone (Marcello Mastroianni), un abogado socialista, que ha regresado a su pueblo natal desde Roma, quiere convencerla para que solicite la reapertura del juicio. En uno de sus paseos por el campo, el abogado sorprende a Acicatena intentado violar a la bella Titina, interviniendo en su defensa y resultando magullado en la lucha. La joven le lleva a casa, le cura y, agradecida por su intervención, cede a los impulsos del abogado y le deja acostarse con ella, dejándole claro que no le ama.
También regresa al pueblo Nick (Giancarlo Giannini), un ganster, primo de Angelo, que acaba de llegar de Norteamérica, donde se ha enriquecido y con el que Titina comienza una relación.
Para acabar de complicar la situación, entra en juego la política y tras la Marcha sobre Roma, Vito se convierte en jefe de los fascistas locales, mientras Rosario Maria intenta ocupar las tierras, resultando golpeado y obligado a tragar aceite de ricino por del escuadrón fascista de Acicatena.
A Nick, por su parte, le gustaría vengar a su primo y escapar con Titina, pero Rosario María acaba involucrándole en la batalla política en que está envuelta toda Italia en aquellos momentos.


Es una especie de drama erótico-político, que desemboca en una tragedia al modo griego que, en todo momento pretende imitar, con esos maquillajes deliberadamente hiperealistas y exagerados. Sin embargo, la película falla, los personajes resultan poco creíbles, el elemento folclórico es estereotipado y la trama política simplista.
El gancho que supone la presencia de la pareja por antonomasia del cine italiano (Loren/Mastroianni), no es suficiente para elevar el nivel y, aunque siempre es un placer verles en pantalla, no es esta su mejor película ni de lejos y eso que Sofía pone empeño en su papel.
Comentar que, un par de años después, su realizadora, Lina Wertmüller, pudo haberse convertido en la primera mujer en ganar un Oscar a la mejor dirección por el film Pasqualino Settebellezze, protagonizada por su actor fetiche, también protagonista de esta que hoy comentamos, Giancarlo Giannini y en la que intervenía Fernando Rey. Curiosamente fue una directora italiana y no una estadounidense la que pudo optar a ese galardón por vez primera, de todos modos no lo ganó y habría que esperar a 2009 cuando Kathryn Bigelow se lo llevó por En tierra hostil.


Existe una curiosidad alrededor del título de la película, su directora, Lina Wertmüller, nacida en Roma en 1928 como Arcangela Felice Assunta Wertmüller von Elgg Spañol von Braueich, no se si influída por su larguísimo nombre y apellidos, le puso al film un título no menos largo, "Fatto di sangue fra due uomini per causa di una vedova (Si sospettano moventi politici)", que es el que figura en el original italiano, incluso tiene una versión aún más larga: "Un fatto di sangue nel comune di Siculiana fra due uomini per causa di una vedova. Si sospettano moventi politici. Amore-Morte-Shimmy. Lugano belle. Tarantelle. Tarallucci e vino", lo que la hizo aparecer en el Libro Guinness como la película con el título más largo.
En los países anglosajones, el título fue, simplemente, "Venganza".




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