sábado, 3 de agosto de 2013

DAISY MILLER

Miss Daisy, una muchacha americana hermosa y libre de mediados del siglo XIX, pasa unas semanas en Suiza para continuar después su periplo europeo en Roma. Su belleza y comportamiento desenfadado deslumbran al joven Winterboune, a la par que irritan a la tía del chico, paradigma de la rígida sociedad de la época. La libertad alegre de Miss Daisy, tan adelantada a su época, es para el círculo de norteamericanos de Roma de un libertinaje y vulgaridad aberrante, lo cual sume a Winterboune en el desconcierto de tomar partido entre la valentía y la cobardía, entre el escándalo y el tedio.
Henry James despliega en este relato toda la sutileza de quienes tienen el don de dominar el lenguaje. Bajo la apariencia de un canto a la independencia y la libertad de la mujer, algo que no es tal, pues no queda claro que el autor se ponga de parte de la protagonista, tenemos una novela llena de simbolismos, muchos de los cuales se me antojan universales, no sólo en cuanto a las personas, sino también en el tiempo. Este olvido de las encorsetadas normas sociales que algunos viajeros americanos dejan ver en sus viajes a Europa, me recuerda situaciones que aún podemos ver en la actualidad.
El personaje de una muchacha llena de vida, que explícitamente aspira a simbolizar el desprejuicio y la inocencia de la joven Norteamérica, sin embargo es un cuento no menos misterioso que otros del mismo autor, un entretejido de temas que asoman, siempre entre luz y sombra.
Como muchos de los cuentos y novelas de James, Daisy Miller se desarrolla en Europa y Europa es también aquí la piedra de toque con que se enfrenta Norteamérica. Una Norteamérica reducida a un especimen sintético: la colonia de los cándidos turistas estadounidenses en Suiza y en Roma, ese mundo al que perteneció Henry James en los años de su juventud, de espaldas al suelo natal y antes de echar raíces en la británica patria ancestral. Estos americanos de James son presa de una inseguridad que les lleva a duplicar el rigorismo puritano, la salvaguardia de las conveniencias.
En las páginas de la novela se nos van desgranando los peligros del pecado que rodean a Daisy, ella que había resistido el puritanismo de la sociedad en la que vive, acabará cediendo a la enfermedad provocada por los aires malsanos de la noche romana.
Daisy Miller apareció en una revista en 1878 y en libro en 1879. Fue uno de los raros cuentos (tal vez el único) de Henry James del que se puede decir que tuvo en seguida éxito popular.
En 1974, Peter Bogdanovich, adaptó la novela a la pantalla grande, un film que en España se tituló Una señorita rebelde, con Cybill Shepherd de protagonista.
 
 
 



 

2 comentarios:

  1. Efectivamente en esta novela James plasma su sentimiento ambivalente en relación a la mujer entre otros temas. Buena crítica.

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