La película narra la historia creada por Victor Hugo que recoge la vida de Jean Valjean (Hugh Jackman), encarcelado por el robo de una barra de pan y que tras cumplir una larga condena, recibe la libertad, condicionado a enseñar su pasaporte amarillo que le identifica como ex-presidario. Valjean vuelve a ser un hombre libre pero ha desarrollado un terrible desprecio por la sociedad.
Tras cambiar de identidad, recibe la ayuda de un obispo, que le aloja en su casa y le encubre tras haberle robado Valjean la vajilla de plata. El clérigo le hace ver que allí está la mano de Dios que vela por él a pesar de todo lo pasado y a partir de ese momento, el ex-presidiario llevará una vida de redención, pero todo cambiará cuando sea descubierto por Javert (Russell Crowe), su antiguo guardia de prisión, que le perseguirá incansablemente.
Valjean se hará cargo de la protección y educación de Cosette (Amanda Seyfried), como modo de redimir la culpa que siente por la muerte de la madre de la chica que estaba empleada en su fábrica y fue despedida de manera injusta, viéndose en la calle hasta morir a causa de las penalidades sufridas.
La película es una adaptación cinematográfica del musical de gran éxito en el teatro, con música de Claude-Michel Schönberg y letra de Alain Boublil y Jean-Marc Natel.
Producción con grandes medios a su servicio y un reparto de experimentados actores para que el director del film, Tom Hooper, nos ofrezca un producto que se me antoja bastante desigual y por debajo de las expectativas y de esos medios que tenía a su alcance.
Tras una impresionante escena inicial, que presagia una gran película, vamos viendo que la cosa va perdiendo gas, pasando a ser uno de tantos films.
En este caso, la calidad de alguna de las actuaciones, el gran nombre que tienen algunos miembros del reparto y la calidad de la obra (tanto la novela de Hugo, como el musical posterior) en la que se basa, hacen que mantengamos el interés.
Muy alabadas por la crítica las actuaciones de Jackman y de una Anne Hathaway que sabe sacarle todo el partido del mundo a su corto papel.
El resto, está bien, con esa poderosa presencia de Russell Crowe que demuestra, una vez más, su tremenda versatilidad.
La pareja Helena Bonham Carter y Sacha Baron Cohen, que he visto puesta de vuelta y media en alguna de las críticas que he leído, a mí me parece que desarrollan bien el papel que el guión les otorga, sirviendo de contrapunto al dramatismo de la obra a través de algún toque humorístico.
Quizá los más desangelados son la el dúo de jóvenes enamorados (Amanda Seyfried y Eddie Redmayne) y la agradable sorpresa, la del jovencito Daniel Huttlestone en el entrañable y épico papel de Gavroche.
En el aspecto visual, la ya mencionada escena inicial y, por el trabajo de composición que supone, las de la barricada, pero tampoco me ha parecido nada del otro mundo, salvo esas dos excepciones.
Film con gran despliegue de medios, fiel al relato original, con muchas partes a las que sólo sostiene el conjunto total de la película.
Hecha con gusto, con ganas, estéticamente bella, con ese arranque tan potente, pero en la que el tiempo de metraje acaba pesando como una losa.
Ganadora de tres Oscar, nuestro compatriota Paco Delgado, estuvo nominado a otro de ellos en el apartado de vestuario.
Para mi muy buena.
ResponderEliminarSaludos Trecce
No es mala peli, pero a mí no me acabó de convencer.
EliminarQuiero verla. Me gusto mucho la versión en la cual Gérard Depardieu es Valjean y John Malkovich el inspector Javert.
ResponderEliminarNo está mal, Paloma, pero si la vas a ver, ponte al lado un buen plato de palomitas o algo para picar, se puede hacer un poco larga.
EliminarLa gente esperaba mucho de ella y por eso decepcionó. Yo creo que si te aproximas a ella con normalidad, gusta. A mí me convenció.
ResponderEliminarQuizá el hecho de conocer la historia que cuenta, cual es mi caso, te hace soportar peor la desmesura del metraje.
Eliminar