martes, 21 de febrero de 2012

EL PADRINO

El film comienza con la boda de Connie (Talia Shire) única hija de Vito Corleone (Marlon Brando), jefe de una de las familias de la mafia neoyorkina en los años 40. Siguiendo la tradición siciliana, debe atender las peticiones que le hagan sus "amigos" el día de la boda de su hija.
Días después, el mafioso Sollozzo (Al Lettieri), le ofrece entrar en el negocio de la droga, algo a lo que Corleone no está dispuesto, pues teme que eso le traiga complicaciones con políticos y policías a los que tiene comprados.
Ante la negativa de Don Vito, intentan asesinarle y, a partir de ahí, comienza una cruenta lucha de violentos episodios entre los distintos grupos. Sonny (James Caan) sustituye a su malherido padre y toma en sus manos las riendas de la organización criminal, ordenando una serie de ajustes de cuentas de los que salen eliminados varios elementos opuestos, entre ellos el propio Sollozo y su guardaespaldas, el capitán de policía McCluskey (Sterling Hayden). Estos son abatidos por el otro hijo de Don Vito Corleone, Michael (Al Pacino), que huye a Sicilia.

Hay gente a la que no le gusta esta película, pero siempre es por el mismo motivo, les resulta repulsiva la violencia, el crimen y todo lo que tenga que ver con ello. Esa, como cualquier otra, es una razón respetable, pero esta, además, es de peso, te niegas a verla porque te disgusta la temática.
Si exceptuamos a este grupo de personas, para la inmensa mayoría del resto, estamos ante una de las mejores películas de la historia del cine, de esas que fácilmente aparecen entre las más valoradas de todos los tiempos.

Y es que, El Padrino, es como un manual de cine, un compendio de cine clásico con las innovaciones que acarrean los tiempos.
Coppola, por aquel entonces un joven director, sabe manejar todos los elementos que nos llevan a que una producción sea un éxito, por un lado y una obra maestra, por otro, con una narración impecable y un absoluto dominio de los tiempos cinematográficos.

La primera secuencia (no se crean que alabada por todos, que hay quien la considera larga y aburrida), es como un compendio de lo que va a ser el film. Larga, con sus pausas, intercalando historias paralelas que se simultanean en el tiempo; con una maravilla de fotografía (la luz y el color de la boda frente a las tinieblas y los colores apagados del despacho del Don); la música (maravillosa e inolvidable la partitura de Nino Rota); y la presentación de los personajes, todos quedan retratados, explicando con las imágenes mucho más de lo que dicen los personajes y sus diálogos.
Para acabar de completarlo, una magnífica ambientación y unas interpretaciones en las que los actores dan lo mejor de sí mismos.

Que un film de casi tres horas no se te haga largo, es todo un síntoma y es que toda la película es notable, sin errores y está muy bien hecha, consiguiendo superarse a medida que va avanzando. Si el comienzo te atrapa, el desarrollo de la misma, ya no te suelta.



2 comentarios:

  1. Bueno como has dicho puede gustar o no, con el cine ocurre como con los colores, pero en sin dudas una de las mejores películas de la historia del cine, y para mí la mejor de la saga.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Para mí también es una de las mejores películas de todos los tiempos.

    ResponderEliminar