jueves, 23 de febrero de 2012

LA PIEL EN EL ASFALTO

John Wintergreen (Robert Blake), es un cumplidor policía motorizado que patrulla las carreteras de Arizona y que cumple sus funciones subido a una moto del modelo Electra Glide de la marca Harley Davidson (de ahí el título original). Dicho trabajo, el agente de la ley lo ve como algo pasajero y aburrido, ya que en realidad lo que él anhela es un traslado a otro departamento, como detective. Mientras continua soñando, patrulla las desérticas carreteras con o sin compañía, lleno de inconformidad, tentado por la melancolía y con unas ilusiones que le dan fuerza para soportar su oscuro y poco gratificante trabajo diario. Lo monótono de su existencia y su trabajo se verá interrumpido por la muerte de un hombre al que conoce y que presuntamente se ha suicidado.
En contra de la opinión del forense, Big John, como le conocen coloquialmente, mantiene que se trata de un asesinato y verá una puerta abierta hacia el cumplimiento de sus sueños, cuando el detective Mitch Ryan (Harve Poole), le reclama como chófer y para que le ayude en la resolución del caso.

Interesante película, con muy buenos momentos para el disfrute visual y estético. Contiene escenas realmente brillantes, en las que el realizador (James William Guercio), demuestra un especial gusto por el detalle y una más que sobrada capacidad para manejar la cámara y componer las escenas.
El film tiene algo de western, remarcado este caracter por el entorno en el que se rueda, ya que mezcla imágenes de Memorial Valley (maravillosas imágenes de un escenario que es un icono cinematográfico), con otras que yo creo que deben ser del Death Valley (el Valle de la muerte) y también por la imagen del caballo, trastocado en moto.
Además de narrarnos todo lo relacionado con el crimen y su resolución, el film contiene una carga de crítica social que refleja el enfrentamiento entre los jóvenes rebeldes del momento (los hippies) y el orden establecido (la policía), que cobra especiales connotaciones en estos lugares de la América rural y que cobra especial originalidad, ya que en ese instante, lo comercial era ver las cosas desde el punto de vista de los rebeldes y el realizador lo enfoca desde el ángulo del policía. 
Yo creo que el mayor fallo del film está en que no sabe hilvanar bien las dos vertientes de la historia, por un lado desvirtua y quita fuerza a las escenas de acción o las patrullas por la carretera y por otro no queda muy bien explicado el aspecto crítico con la sociedad del momento.

Película original; de buena factura técnica; buenas interpretaciones, entre las que me gustaron las del protagonista, Robert Blake y ese magnífico secundario que es Elisha Cook. Tiene algunos momentos que rozan la comedia y no deja escapar un retrato crítico sobre la corrupción. El final es duro e impactante, rematado por una larga toma de la linea recta del asfalto con el Memorial Valley al fondo, cambiando de tonalidad, que es una delicia estética.




4 comentarios:

  1. Esta película me gustó mucho. Pero la recordaba más por el título que por la trama. He tenido que repasarla en tu post para acordarme de muchas cosas.

    Saludos Trecce.

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  2. Es de esas películas que cuando la empiezas a ver, enseguida te das cuenta de que va a estar interesante.

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  3. La tengo en mi devocionario personal. Soy un fervoroso acólito de la Harley Davidson Electra Glide, la verdadera "princesa de la peli que nos acerca hoy Trecce.

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  4. La película tiene una gran calidad plástica y entre los planos que a ello contribuyen, no son los menos importantes los dedicados a las motos que son retratadas con esmero. Una prueba es la imagen en la que nos son presentadas: Pulcras, brillantes, alineadas, esperando entrar en acción. Modernos caballos del asfalto.

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