viernes, 7 de abril de 2017

LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS

Don Gregorio (Fernando Fernán Gómez) es el maestro de la escuela de un pueblo de Galicia, que enseña a los alumnos mediante la observación, y tratando de desarrollar las capacidades del pensamiento propio.
Moncho (Manuel Lozano) es el hijo del sastre que va a acudir a la escuela por primera vez tras una larga enfermedad. El niño tiene miedo, pues por comentarios que ha escuchado, está seguro de que allí le van a pegar. El primer día es desastroso ya que se hace pis encima, por culpa de los nervios, cuando el maestro trata de que se presente a sus compañeros y estos comienzan a decir que se llama Gorrión por un comentario que hizo su madre a la entrada de la escuela.
Al día siguiente todo se normaliza y el muchacho se integra plenamente en el grupo, sobre todo de la mano de su nuevo amigo y condiscípulo Roque (Tamar Novas).
El hermano de Moncho, que trabaja de mancebo en la farmacia del pueblo, practica en casa con el saxofón y acaba tocando en una orquesta de aficionados de la localidad llamada “Orquesta azul”, con la que participa en festejos populares incluso de los pueblos vecinos.
Don Gregorio enseña muchas cosas a Moncho, un día les habla en clase de lo importante que es para las mariposas que su lengua tenga la forma que tiene para poder extraer el néctar de las flores.
En Galicia triunfa el levantamiento del 18 de julio de 1936 e inmediatamente comienzan las represalias. Muchos republicanos son detenidos y apresados (el maestro incluido), cuando son sacados del lugar en que les tienen encerrados para cargarlos en un camión, la gente del pueblo empieza a gritarles cosas como: ¡Rojos!, ¡Ateos!, ¡Asesinos! Y la madre de Moncho le dice a este que tiene que gritarle algo ya que su marido es republicano y sospecharían mucho si no dijeran nada. Finalmente Moncho se une al grupo de niños que tira piedras al camión donde transportan a los republicanos.


El guión, de Rafael Azcona, se basa en los relatos de Manuel Rivas "La lengua de las mariposas", "Carmiña" y "Un saxo en la niebla", incluídos en el libro "¿Qué me quieres, amor?", publicado por Alfaguara en 1996.
Azcona y José Luis Cuerda tejen con los tres relatos una historia maravillosa, consiguiendo que los tres formen parte de un todo.
Preciosa banda sonora de Alejandro Amenabar, con un tema central cargado de nostalgia que se repite durante toda la partitura y unas actuaciones sobresalientes, incluídos los secundarios independientemente de la relevancia de su papel.


Fernán Gómez decía que, cuando vio la película en un pase privado antes de su estreno, aparte de sentirse satisfecho con su trabajo, le pareció una magnífica película. Lo cierto es que es uno de esos films que te reconcilian con el cine nacional porque reúne una serie de circunstancias que la acercan a lo que consideramos obras maestras: Una buena historia, bien construída, entretenida, con interpretaciones conseguidas y con un final que impacta y queda en la memoria.
Es cierto que el argumento no es imparcial, pero lo que cuenta sucedió más o menos tal cual, otra cosa es que sólo cuente lo de una parte, pero sí hubo mucha gente que fue perseguida, represaliada, encarcelada o fusilada, sólo por pensar diferente, sin que jamás hubieran movido en dedo en señal de violencia.
Además de todo eso, la película es entretenida por sí misma, es cierto que el final le da un plus, pero la historia tiene mucho más que eso, por ejemplo el maravilloso homenaje a los maestros rurales, mal pagados, olvidados por las autoridades y que a base de empeño y amor a su profesión sabían sacar de donde no había.
El retrato de la vida de aldea, con algunas de sus virtudes y defectos y ciertas secuencias muy logradas, completan esta película que está entre las mejores de lo que hemos podido ver en los últimos años y que seguro perdura en la memoria de quienes la han disfrutado.
Incidiendo en esa idea de que hay mucho más que la historia triste de la represión, quiero recordar una escena que a mí siempre me pareció muy lograda, aquella en que el hermano de Moncho toca el sólo de saxofón mirando a la joven esposa del alcalde, una escena de amor sin palabras, en la que sólo hablan las miradas y la música, que componen una escena romántica de primer nivel.
Y es que como dijo el autor del relato, Manuel Ribas, La lengua de las mariposas trata de amor y de libertad.




8 comentarios:

  1. Me gustó. Que pases buen fin de semana Trecce.

    Salud.

    ResponderEliminar
  2. A mi me pareció una gran película en su momento y leyéndole he recordado sus buenos momentos.

    ResponderEliminar
  3. Aún está por hacer una película imparcial de la cotienda; de cualquier forma es una muy buena cinta, con un final como poco inquitante.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Va a ser difícil, ya digo que a mi juicio, el argumento no es imparcial, pero como película está bastante bien.

      Eliminar