miércoles, 1 de marzo de 2017

CARNE TRÉMULA

Una noche de 1990 tres hombres y tres armas coinciden en el vestíbulo de la casa de una familia italiana de buena posición en Madrid. En la casa está sólo Elena (Francesca Neri), hija de los propietarios, esperando ansiosa una visita. Los tres hombres son: Víctor Plaza (Liberto Rabal), un adolescente inmaduro y marginal y una pareja de policías, David (Javier Bardem), de 25 años y Sancho (José Sancho) que tiene 40. La televisión emite "Ensayo de un crimen" de Luis Buñuel. En otro barrio madrileño, Clara (Ángela Molina), la mujer de Sancho, riega las plantas de su terraza, inconsciente, pero no ajena, al drama que está ocurriendo en el vestíbulo de esa otra casa. Entre los tres hombres estalla una violenta discusión. Hay mucha confusión y mucho "cruce de cables". Una de las pistolas se dispara. La bala alcanza a David en plena columna vertebral.
El guión adapta una novela de la británica Ruth Rendell y aunque altera algunas cosas, respeta la esencia del relato original.
El film marca una especie de transición en el cine de Almodóvar, aún encontramos aquella especie de naturalidad casi naif de las primeras películas del manchego, mezclada con la elaboración y solidez que alcanza en su siguiente etapa, ya más maduro y experimentado como realizador.
Tras la genial secuencia inicial, made in Almodovar cien por cien, a lo largo de la película encontramos muchos de esos planos que son señas de identidad del realizador y que le dan ese aire entre transgresor y clásico a la vez, que son su sello diferencial y de calidad.  
Las escena de sexo están tratadas de manera exquisita, con la delicadeza de dos cuerpos unidos de manera poética.


Los actores, unos mejor que otros, con Liberto Rabal que sustituyó a Jorge Sanz que, tras una semana de rodaje, fue despedido porque no se entendía bien con Almodóvar; Javier Bardem que tuvo que realizar un trabajo físico descomunal, aprendiendo a manejarse en silla de ruedas como si llevara toda la vida sobre ella; Pepe Sancho que se hace odioso al espectador desde la primera aparición y eso es lo que le pedía el director; y una descomunal Ángela Molina, que no es santa de mi devoción, pero tengo que rendirme a la evidencia.
Para mí, una estupenda película.




2 comentarios:

  1. Coincido Trecce, me parece que es una película muy buena. Y como siempre dando detalles que el resto desconocíamos. Como lo que cuentas, que Jorge Sanz fue despedido por no llevarse bien con Almodóvar.

    Un abrazo.

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    1. La verdad es que Jorge Sanz siempre ha tratado de quitarle hierro al asunto, claro que es cierto que ha pesar de trabajar tan solo una semana le pagaron la totalidad del contrato y estamos hablando de varios milloncejos, de pesetas, eso sí.

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