martes, 25 de diciembre de 2012

TRANSNISTRIA

¿Recuerdan la República Democrática de Freedonia, el pequeño país centroeuropeo, a cuyo frente se encontraba el muy liberal señor Rufus T. Firefly, amenazado por la dictadura de Sylvania? Son paises imaginarios que aparecían en la peli "Sopa de ganso" de los Hermanos Marx. O el reino de Ruritania, de la novela "El prisionero de Zenda". Esos nombres me vienen a la memoria al hablar de un pais que existe sin existir: Transnistria.
Se trata de una estrecha franja de territorio moldavo situada entre el Río Dniester (de ahí el nombre) y la frontera con Ucrania. Tiene poco más de 4.000 kilómetros cuadrados (más o menos el tamaño de la provincia de Pontevedra) y en él viven unos 550.000 habitantes. Su nombre oficial en ruso es Pridnestrovie, o Pridnestrovskaya Moldavskaya Republika, República Moldava de Transnistria. La capital es Tiraspol, ciudad de unos 150.000 habitantes. La principal institución de Transnistria es el Soviet Supremo. Sí, habéis leído bien, el Soviet Supremo. Es la única República Soviética superviviente tras la caida de la URSS en 1991. Resiste como un Estado independiente de facto, pese a que es unánimemente reconocida como una provincia de Moldavia, gracias a la protección que le brinda Rusia.
El problema transnistrio es, como en muchos otros casos, de origen étnico. La mayor parte de la población moldava es rumana (de hecho, Moldavia fue parte de Rumanía hasta 1940), pero la región al este del río Dniéster es mayoritariamente de habla rusa o ucraniana, siendo los rumanos una minoría importante (31% de la población), pero minoría. Una de las primeras medidas de la República Socialista de Moldavia, en el marco de la Perestroika, y antes del colapso de la URSS y de su independencia de ésta, fue retornar a la grafía latina y al idioma rumano, en lugar del cirílico y el ruso oficiales hasta entonces. Ello provocó los primeros roces entre la población rusófila y los moldavos rumanos de Transnistria, y, más tarde, la declaración unilateral de independencia por parte de mandos soviéticos opuestos a la Perestroika, el 2 de septiembre de 1990, un año antes de la independencia moldava. La declaración no tuvo ningún efecto inmediato, pero ni la Unión Soviética (que se desintegraría un año más tarde), ni la RSS de Moldavia, ni ningún otro país hicieron ningún movimiento, por lo que las fuerzas separatistas, ejerciendo una fortísima presión sobre la minoría rumana, fueron tomando lentamente el control del país.
Las únicas entidades que reconocen a Transnistria como régimen legítimo son Nagorno-Karabaj, Osetia del Sur y Abjasia, otros tres países no reconocidos. En 1992 estalló la guerra, que duró unos tres meses (de Marzo a Julio), la cual culminó con una mesa redonda en la que se sentaron diplomáticos moldavos, ucranianos, rusos y transnistrios. Quedó entonces acantonado el 14° Ejército Ruso, algo que los transnistrios aceptaron como una medida de protección contra Moldavia, mientras que Moldavia lo consideró como un acto de agresión contra su propia soberanía, porque consideran a Transnistria como parte de su territorio nacional. En 2004 hubo una nueva crisis y Moldavia decidió entonces establecer un bloqueo económico contra Transnistria, pero el tiro les salió por la culata: Resulta que la mayor parte de las plantas de energía moldavas construidas por la antigua Unión Soviética, estaban justamente en territorio transnistrio, por lo que éstos contestaron cortándoles varias veces la luz a los moldavos.
Transnistria tiene un aparato de propaganda en Internet muy bien montado que, eso sí, al no estar reconocido el pais y carecer de un dominio propio, utiliza indistintamente las terminaciones .md (Moldavia) o .ru (Rusia)., y desde donde proclaman a los cuatro vientos lo feos, gordos, corruptos e infelices que son los moldavos y lo maravilloso de Transnistria, especialmente comparada con Moldavia.
La realidad es otra, claro y el relato de personas que conocen aquello, pero no están involucradas en el conflicto, nos presenta un lugar habitable, pero corrupto hasta la médula, pobre y bananero, además de infectado con la clásica paranoia comunista. Transnistria es un centro internacional de tráfico de armas, y las pocas fábricas que hay en Tiraspol se dedican a la manufactura de éstas. Las libertades civiles básicas están en entredicho (el presidente Smirnov fue reelegido en 2006 con más de un 80% de los votos), y la minoría rumana se ha visto acosada a lo largo de este siglo con clausuras de escuelas que enseñan en rumano y otras medidas de persecución.
 
 
 

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