martes, 23 de octubre de 2012

HUSOS HORARIOS

El próximo domingo, 28 de octubre, entrará en vigor en España y el resto de la UE, el horario oficial de invierno, con el que se atrasan los relojes una hora. La medida tiene sus partidarios y sus detractores en toda Europa, pero el caso de España es diferente, ya que nuestro país parte de un error de base: El tiempo oficial de invierno (después del cambio que haremos esta misma semana) lleva 72 años adelantado de forma incomprensible, ya que no es el que le corresponde a su huso horario, que cada país ajusta a su longitud geográfica para optimizar las horas de luz solar. A causa de ello, en los meses invernales, España ya va una hora por delante de su tiempo solar, y en los estivales, al adelantarse otros 60 minutos más, el desfase aumenta a dos horas. Esta situación, según comentan algunos, es una herencia de la simpatía de Franco hacia Hitler, que el 16 de marzo de 1940 se concretó en que el régimen ordenara adelantar una hora el horario oficial en España, que hasta entonces iba ajustado al del meridiano de Greenwich, precisamente el que le corresponde a nuestro país por su longitud geográfica. Pero aquel día, España puso en su reloj la hora de la Alemania de Hitler, situada más al este y con un huso horario distinto. Por supuesto, la medida se mantuvo los 40 años de la dictadura, pero lo realmente sorprendente es que, después, ninguno de los sucesivos gobiernos democráticos ha corregido este error histórico. La decisión del régimen se plasmó en una escueta orden aprobada por el Gobierno el 7 de marzo de 1940. En ella se fija el 16 de marzo de aquel año como fecha para el cambio horario a partir de las 11 de la noche, cuando se adelantaron los relojes 60 minutos. El argumento en el que basó la orden fue "la conveniencia de que el horario nacional marche de acuerdo con los de otros países europeos". Curiosamente, en el artículo 5 de aquella orden se indicaba que "oportunamente se señalará la fecha en que haya de restablecerse la hora normal". Sin embargo, esta vuelta a la normalidad no solo no fue adoptada al concluir la Segunda Guerra Mundial, sino que tampoco se ordenó en los 40 años del régimen ni en los tres decenios y medio de democracia. Cada país debe sincronizar su horario oficial con el solar que corresponda a su posición geográfica, de manera que, por ejemplo, las 12 horas oficiales se aproximen todo lo posible al mediodía local, es decir, el momento en el que el Sol se halla en el punto más alto sobre el horizonte sur. De esta forma se aprovechan al máximo las horas de luz disponibles. En España era así antes de que Franco ordenara aquel cambio, ya que el tiempo oficial era el mismo que el del Meridiano de Greenwich, pero desde 1940 hasta hoy España vive con la hora cambiada y desajustada respecto a las horas de luz y oscuridad naturales que le corresponden, algo que no le sucede al resto de países europeos. Aquí está una de las claves que explica por qué en España comemos y cenamos más tarde que en el resto de Europa. Lo hacemos respecto al tiempo oficial, pero respecto al solar no tanto debido a ese desfase. Y lo hacemos desde hace siete décadas, porque nuestros abuelos y bisabuelos comían a la hora que tocaba. Por si fuera poco, lo que hacemos en España en verano, al adelantar una hora más el reloj, es agudizar el error, ya que el desfase pasa de 60 a 120 minutos. La hora oficial de España es hoy la misma que la de Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Dinamarca, Noruega, Suecia, Austria y Suiza, lo cual es un contrasentido, ya que todos estos países pertenecen a otro huso horario. Lo lógico sería compartir hora con Portugal, Gran Bretaña e Irlanda, por aquello de ahorrar energía.



8 comentarios:

  1. Pues nada a mí esto de horario me afecta de pleno, ya que el próximo fin de semana en la madrugada del sábado al domingo me toca trabajar una hora más por la patilla.

    Saludos Trecce.

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  2. Como quiera que por esos misterios de este mundillo, el comentario que envía JOSÉ LUIS VALLADARES ni aparece, ni soy capaz de hacerlo aparecer, lo reproduzco yo mismo gracias al socorrido copia y pega:

    Tienes razón, nosotros vamos en invierno una hora por delante de la hora solar. Y en verano, dos.
    Recuerdo que cuando yo era chico, espabilado por supuesto, la gente se traía un cacao impresionante. Unos seguían con la hora solar. Eran muy pocos los que cambiaban los relojes. Y si alguien preguntaba la hora y se la dabas, si estábamos en verano, siempre te preguntaba que si era la hora solar, la oficial o la oficialísima.
    A parte de esto, no creo que se ahorre la energía que nos dicen, porque en todos los puestos de trabajo, se trabaja con la luz eléctrica encendida.

    Un abrazo

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    1. Hay bastante gente que opina como tú, José Luis, y no ve claro que este cambio de horario suponga ahorro alguno.

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  3. Pues tienes toda la razón y este cambio estúpido hace que los españoles, cuando viajamos a otros países, nos hagamos un lío con el horario; mísmamente un asturiano como yo, que estoy a 5º de longitud oeste, percibo el amanecer y anochecer de distinta manera en Levante (en Menorca más aún) que en mi tierra, estando toda la Península Ibérica incluida en el huso horario de Geenwich.
    Habría que corregir este desfase horario, que dudo mucho sirva para el ahorro energético que pretende el Gobierno.
    Un cordial saludo.

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  4. Al menos este es el de dormir un rato más, el otro es más "jodío" aunque también da alegría que dure tanto la luz (salvo cuando los críos son enanos jeje, no hay manera de meterlos en la cama)

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    1. Al final, todo se queda en eso, en dormir una hora más o en que los días duran mucho, pero el ciudadano no acaba de ver claro la utilidad del cambio dos veces al año.

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