jueves, 20 de marzo de 2025

EL FESTÍN DE BABETTE

 


En un remoto pueblo danés en el siglo XIX, dos hermanas llevan una vida rígida centrada en su padre, el ministro local, y su iglesia. Ambas tuvieron oportunidades de abandonar el pueblo: una podría haberse casado con un joven oficial del ejército y la otra, con un cantante de ópera francés. En ambos casos ellas renunciaron para pasar toda su vida cuidando a su padre. Muchos años después, cuando su padre ya ha fallecido, acogen a una refugiada francesa, Babette Hersant (Stéphane Audran), que huye de la guerra en su país y acepta trabajar como su sirvienta aunque ellas no tengan dinero para pagarle un salario. Después de ganar un premio de la lotería, Babette quiere recompensar a las hermanas por su amabilidad y se ofrece a cocinar para ellas y los ya ancianos discípulos de su difunto padre, una comida con los mejores platos y vinos franceses, en el centenario del nacimiento de su padre. Resulta ser una experiencia reveladora para todos.


El guion adapta el cuento del mismo título que la película, incluído en el libro Skæbne-Anekdoter, de la escritora danesa Karen Blixen (bajo el seudónimo de Isak Dinesen), cuya obra más conocida es Memorias de África, llevada al cine en 1985.
La película fue galardonada con el Oscar a la mejor película en habla no inglesa.
El vestuario de Stéphane Audran, fue creado por el diseñador germano Karl Lagerfeld.


Con una exquisita ambientación, el film es toda una reflexión moral, religiosa y filosófica sobre la renuncia y sobre la aceptación de los pequeños (o grandes) placeres que la vida nos ofrece. 
Babette llega a una comunidad en que impera el puritanismo, hay que vivir la vida con sacrificio, renunciando a los placeres, que no son sino tentaciones del maligno, para así ganar las delicias del paraíso. Babette es una papista, en el lenguaje de los luteranos, de religión católica y viene del sur, donde dicen que vemos la vida de otra manera, más alegre y luminosa. Ella no busca esos placeres a que renuncian quienes la han acogido, pero si se presentan, pues bienvenidos sean. Al final nos preguntamos, quién tiene más mérito, si las hermanas con su vida ascética, entregadas a cuidar de los más desfavorecidos en los que invierten sus modestos ingresos, o Babette que, en su infortunio, se ve favorecida por la suerte de la lotería con un importante premio y se gasta hasta el último franco en un banquete por todo lo alto. Cada cual sacará sus conclusiones. 
El danés Gabriel Axel, no busca comparaciones, ni mucho menos tomar posición por una manera u otra de entender la religión y su película nos viene a decir que en ambos casos pueden encontrar la felicidad, cada cual a su manera. Las hermanas, porque su vida de renuncia parece que las llena plenamente y Babette, porque para ella, mostrarse espléndida y ejercer su arte en la cocina, es una manera de hacer felices a los demás y, a través de ello, sentirse a gusto consigo misma. 
Un film que se toma su tiempo para presentar a los personajes y sus circunstancias, con cierto tono intimista, pero que en su sencillez y delicadeza alcanza su grandiosidad y belleza.




2 comentarios:

  1. Quién no recuerda la fastuosidad de esta película a nivel gastronómico: todo un regalo para los sentidos.

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