Philippe Gerbier (Lino Ventura) es un ingeniero civil que ha entregado todos sus esfuerzos a la valerosa resistencia francesa, de la que es uno de sus máximos responsables. Pero llega el día en que la policía colaboracionista le captura, siendo retenido en un campo de concentración bajo atenta vigilancia. Durante un traslado logrará escapar improvisando una fuga relámpago, se reincorpora a su red en Marsella y ordena la ejecución del hombre que le delató a la policía. A partir de ese momento viviremos con su testimonio el día a día de la resistencia y sus dificultades ante el poderoso invasor.
Ambientada entre el otoño de 1942 y febrero de 1943, la película sigue la historia de un grupo de combatientes de la Résistance que vive en la Francia controlada por los alemanes. A medida que continúa la guerra, el control de la fuerza de ocupación se hace más fuerte y las amistades, la confianza y la lealtad dan paso al secreto, la sospecha y la pérdida.
Con las poderosas actuaciones de Simone Signoret, Lino Ventura, Paul Meurisse y Jean-Pierre Cassel, la película revela con rigor y austeridad cómo era la vida en la Resistencia francesa: la soledad y el miedo de sus miembros; sus relaciones entre sí; la constante amenaza de arresto por parte de la Gestapo; la estructura de mando de la Resistencia y la forma en que llevaron a cabo sus actuaciones.
El guión, del propio realizador, Jean-Pierre Melville, adapta la novela del académico de la lengua francesa Joseph Kessel L'Armée des ombres. Tanto este, como el propio Melville, eran veteranos de este "Ejército de las sombras", por lo que, al menos en buena parte, relatan sus propias experiencias.
Kessel, prolífico autor, lo es también de algunas otras novelas que han sido llevadas al cine, entre ellas, Belle de jour, que inspiró el film de Buñuel del mismo título.
Sentido y realista homenaje de Melville a unos hombres y mujeres que se jugaron la vida sin cuento, muchas veces después de crueles torturas.
Estamos acostumbrados, sobre todo en las producciones de Hollywood, a películas llenas de épica, algo que aquí solamente aparece casi como acompañamiento, en escenas que es cierto que, sobre todo, están cargadas de tensión, como el intento de rescatar a su compañero en el mismísimo cuartel general de las SS de Marsella, pero casi todo lo que vemos es un retrato realista, como digo, plagado de luces y sombras, en que los protagonistas tienen que tomar, en ocasiones, crueles decisiones para salvar a la organización o a los miembros que corren peligro de ser detenidos.
Muchas veces, a pesar de los homenajes y la aureola de héroes que les rodeó tras el fin de la guerra, no solo jugándose la existencia, sino luchando contra la incomprensión de sus propios compatriotas que no siempre estaban de acuerdo con las acciones de estos grupos, ya que después habían de afrontar ellos las represalias, algunas tristemente famosas por su brutalidad.
La inmensa labor de documentación que hubieron de hacer para llevar a la pantalla este proyecto que el realizador francés llevaba años acariciando, se nota en toda la película, no solo en la conseguida ambientación, sino en todos y cada uno de los pequeños detalles a los que Melville tan aficionado era a prestar cuidado.
Buenas interpretaciones para una película que nos trae la soledad, el miedo, la sensación de abandono, peligro constante y desolación que debieron sentir más de una vez estas arrojadas personas que no dudaron en defender sus ideales de libertad para su patria sin tener demasiado claro si aquello serviría para algo al final, pero siempre confiando en que su sacrificio no resultaría baldío.
Los héroes de la Resistencia fueron, ante todo, personas comunes, con nuestros mismos miedos y nuestras mismas inseguridades. Lo cual confiere todavía más valor a la audacia de sus actos.
ResponderEliminarSaludos.
Y, como digo, muchas más veces de las que pueda parecer, enfrentados a sus propios paisanos, que temían, con razón, las represalias alemanas, lo cual me lleva a darle tono superlativo a tu frase de poner en valor la audacia de sus actos que podía llevarles a la tortura y la muerte, en ocasiones denunciados por gentes a quienes creían de cofianza.
Eliminar¡Hola, Trecce!
ResponderEliminarEl film “El Ejército de las Sombras (L’Armée des Ombres), de Jean-Pierre Melville fue estrenado en 1969 y para su realizador no fue una buena idea esa fecha, pues aún estaba en el poder Charles De Gaulle, quien ya no generaba simpatía pues además de llevar 10 años en la Presidencia y promover la reconciliación franco-alemana, aún era reciente el mayo del 68. Dicha película glorificaba la Resistencia Francesa, ya que ofrecía un relato heroico nacional sobre unos hechos en los cuales De Gaulle había jugado un papel importante como presidente del Gobierno Provisional de la República Francesa.
La vi hace como 20 años, todo el film, parecía con aire enrarecido, aparentemente, las escenas no están lógicamente conectadas; creo que debía ser así, pues las circunstancias no eran las mejores; aunque en épocas de guerra imagino que NO se puede confiar en todos, en algún momento, por ejemplo, Philippe, le confía a un desconocido que, piensa fugarse, instantes después se miraban de reojo… Alguien debía inmovilizar al guardia para poder huir… ¡Qué tensión enorme se sentía en la sala de cine! El director Melville, parecía experto en jugar con los silencios y los tiempos muertos…
Me pareció muy buena :)
Cordiales saludos, ¡Felices Pascuas!
Además de ser un buen film, para algunos es la obra maestra de Melville.
EliminarPor otra parte, conviene no olvidar que muchos de esos héroes de la Resistencia fueron republicanos españoles, quienes a la tragedia del exilio sumaron el sacrificio de la lucha antifascista.
ResponderEliminarAsí fue.
EliminarMagnífica película, no sé si es la obra maestra de Melville (tiene algunas del cine negro francés que son estupendas), pero está entre la mejores.
ResponderEliminarEso es indudable.
EliminarHola Trecce!
ResponderEliminarNada que añadir a tu acertada critica. A mi es una película que me fascina desde siempre.
Saludos!
Es fascinante, sí.
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