lunes, 6 de agosto de 2018

LA LIBRERÍA (THE BOOKSHOP)

Ambientada en una pequeña y tranquila ciudad costera inglesa de finales de los 50, un lugar de clima imprevisible en el que "las cuatro estaciones pueden estar representadas en una misma mañana", La librería cuenta la historia de Florence Green (Emily Mortimer), una mujer alegre y resueltamente decidida a llevar a cabo el sueño que ella y su fallecido marido concibieron desde que se conocieron: abrir una librería en Hardborough, el pueblo inglés del que hablábamos, alejado de las revoluciones sociales y sexuales que tenían lugar en los lejanos grandes centros urbanos.
Para ello, con la apoyo de Christine (Honor Kneafsey), la niña a la que ha contratado como ayudante, decide rehabilitar una vieja y emblemática casa del pueblo, lo que agitará los sentimientos soterrados de la gente. Entre otros, el de la controladora y vengativa Mrs. Violet Gamart (Patricia Clarkson), una decana social de la localidad que se sentirá celosamente ofendida por los cambios que el proyecto de nuestra heroína representa. Florence entablará una singular relación con el solitario Mr. Edmund Brundish (Bill Nighy), quien se convierte en el más fiel lector de los libros que Florence trae al pueblo, entre otros Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, y la escandalosa novela "Lolita", de Vladimir Nabokov, cuya venta en la librería provoca un enorme revuelo entre la gente del pueblo.
Florence tratará de llevar a delante su particular desafío, enfrentándose desde el primer momento a las dificultades y obstáculos que suponen la ignorancia, la envidia y la falsa moral, estableciendo contra todo ello una batalla para tratar de salvar su sueño.


El guión, de la propia realizadora, Isabel Coixet, se basa en una novela del mismo título, de Penelope Fitzgerald. Una obra de ficción, pero en la que la autora se vale de sus experiencias en un recóndito pueblo costero del condado de Suffolk, en el que trabajó a tiempo parcial en una librería local, Sole Bay Books, regentada por una tal señora Neame.


Película de cuidada factura técnica, con una excelente fotografía que incluye secuencias que a mí personalmente me han traído el recuerdo de algunos planos de Terrence Malick. Encuadres de postal que a veces puede parecer que están metidos allí por una mera cuestión estética.
La historia es evocadora, aunque parte de una premisa poco explicada en el guión. Sí, sabemos que la Sra. Gamart es manipuladora, caprichosa y vanidosa, pero no queda argumentado por qué se opone en concreto a que la protagonista se instale en el pueblo, al menos yo no lo he captado, ¿es sencillamente porque sí?, ¿porque hace falta para dar cuerpo al resto del argumento y me ahorro explicaciones, simplemente me lo invento y ya está?
En fin, una película de delicada factura, con una protagonista entrañable, tanto como su joven ayudante, un encanto de niña, y un resultado final al que parece que le falta algo para acabar de subyugarnos con la historia, de hecho, cuando llega el final, bastante conseguido, ya te ha bajado tanto el diapasón, que la fuerza que encierra, no te hace mucha mella.




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