lunes, 28 de mayo de 2018

MEU PÉ DE LARANJA LIMA (MI PLANTA DE NARANJA LIMA)

José Mauro de Vasconcelos (Caco Ciocler), recibe en su casa, la novela que acaba de salir de la imprenta, en ella cuenta los recuerdos que tiene de su infancia.
Zezé (João Guilherme Avila), un niño de 8 años, vive con sus padres en el estado de Minas Gerais, en una casa muy humilde. Su padre (Eduardo Dascar), es un alcohólico que está sin empleo; su madre (Fernanda Vianna), trabaja de manera incansable para mantener el hogar y atender a Zezé y sus hermanos.
El niño sufre la violencia familiar y las burlas de sus compañeros en la escuela por culpa de algunas travesuras, pero él se refugia en su imaginación y en la gran habilidad que tiene para inventar historias.
Debido a sus dificultades económicas, la familia ha de trasladar su domicilio y Zezé encuentra en su nueva casa un naranjo al que habla todos los días.
Zezé y otros niños juegan al «murciélago», que consiste en trepar en la parte trasera de un coche y pasear gratis por la ciudad, pero nadie se atreve a hacerlo en el automóvil de Manuel Valadares Portuga (José de Abreu). Zezé se atreve, siendo sorprendido y castigado por Valadares, pero una serie de casualidades, acabarán llevando a ambos a una tierna amistad que se convierte en una relación filial.


Basado en la novela Mi planta de naranja lima, del brasileño José Mauro de Vasconcelos.
Con impresionantes paisajes de la exuberante naturaleza brasileña como decorado, la película es un canto a la libertad representada en la imaginación del pobre Zezé que encuentra la felicidad al lado del que será su amigo, confidente y protector, Portuga, aunque esta dure poco, pues el destino reserva un triste final para su emotiva relación.
Una película que entremezcla las veloces secuencias en las que se retratan las correrías del niño o los paseos en el automóvil del portugués, símbolo de libertad, con la tranquilidad de los diálogos entre ambos o los que mantiene Zezé con el árbol del patio trasero de su casa, momentos en los que su imaginación vuela libre y se imagina paseando a caballo cuando monta sobre las ramas del árbol, o viendo la inmensidad del mar. Momentos mágicos que están en la mente del jovencito, pero que nosotros vemos representados en imágenes, como él los vive en su imaginación, reales y tangibles, en escenas que mezclan tiempo real e imaginario a través de sutiles transiciones.
Una película emotiva y tierna, pero con serias reflexiones sobre la vida, que nos emociona con el desamparo del niño.




2 comentarios:

  1. Dicen que el nacer como la familia no se elige, sino que te toca, y es totalmente cierto, pero anda que te toque como padre un tipo alcohólico, y que encima te trate mal, mejor mil veces no haber nacido, y para postre su amigo y digamos protector también muere; así una infancia debe marcar mucho y ser muy desgraciado.

    Salud Trecce.

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    1. A pesar de la tristeza de algunos pasajes, el libro y el personaje del crío, desbordan optimismo. Él siempre está pensando en positivo y, al final, el padre encuentra trabajo y sale del bache emocional que le había llevado a refugiarse en el alcohol y a maltratar a sus hijos.

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